Etapa de mitigación

Las autoridades están trabajando. La empresa privada y las universidades están apoyando, pero la ciudadanía debe también cooperar para que, entre todos ayudemos a mitigar la transmisión comunitaria.

El país ha entrado en la etapa de mitigación del Covid-19. Lo anterior significa que ya no es posible, en todos los casos, identificar el origen de los contactos pues la transmisión local va en aumento, y nuevas medidas posiblemente van a aplicarse para tratar de mantener la curva epidémica lo más plana posible. 
En el Tolima se tomaron las primeras decisiones con una anticipación razonable para informar sobre los riesgos y llevar a los ciudadanos a permanecer en casa. La mayoría de los tolimenses han acatado la orden de acogerse a la cuarentena; muchos no lo han hecho, por razones diferentes, a pesar de los llamados insistentes de las autoridades y de estadísticas de contagios, que van en aumento. 

La red hospitalaria del Departamento está avanzando en su plan de contingencia. Se está evaluando la estructura sanitaria, que incluye la capacidad de realizar pruebas diagnósticas. Se revisa la disponibilidad de equipos y camas para los enfermos en sus distintas etapas y la protección al personal sanitario. Se están definiendo las áreas de expansión de que disponen y se avanza en una ruta de trabajo para ofrecer respuestas rápidas a las comunidades. Sabemos que, en los hospitales, los equipos disponibles y los recursos económicos son insuficientes, mientras las EPS no cancelan sus deudas. No tenemos claro los avances en las gestiones con el Ministerio de Salud y la Superintendencia sobre la disponibilidad de recursos para el Tolima. 

Los ciudadanos necesitamos contar con información suficiente y actualizada sobre los análisis y decisiones a las que el sector salud ha llegado. Necesitamos saber que, ante la escasez de recursos, actúan bajo mucha coordinación para que, con sentido de celeridad y solidaridad, se apoyen unos a otros de una manera organizada, con la protección suficiente para los equipos sanitarios. Todo esto, bajo el liderazgo del Gobernador, acompañado de su gabinete y de un equipo científico que asiste en las decisiones argumentadas que se tomen. Son tareas complejas por el número de factores que en ellas intervienen pero que requieren de decisiones rápidas.

No debemos caer en el pánico. Las personas en riesgo somos todas, y las cifras lo confirman. La OMS sigue recomendando detectar y aislar cada caso sospechoso. Las autoridades están trabajando. La empresa privada y las universidades están apoyando, pero la ciudadanía debe también cooperar para que, entre todos ayudemos a mitigar la transmisión comunitaria. 

EL NUEVO DÍA

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