Luego de 20 días de haberlo anunciado, y tras consultas con el Consejo Superior de la Judicatura y con la Fiscalía General de la Nación, el gobierno de Iván Duque promulgó el decreto que permitirá excarcelar, por un periodo de seis meses, a cuatro mil de los 180 mil reclusos que tienen las cárceles de Colombia. El espíritu de este acto administrativo es sacar de los penales a la población más vulnerable frente al Covid-19.
Los beneficiarios de la excarcelación serán los mayores de 60 años, las madres gestantes y lactantes o con hijo menor (3) años de edad, dentro de los establecimientos penitenciarios, internos que padezcan enfermedades graves o en condición discapacidad, personas condenadas o que se encuentren con medida de aseguramiento de detención preventiva en las cárceles por delitos culposos, así como quienes hayan sido condenados a penas menores de cinco años y que hayan cumplido el 40% de la pena.
No serán beneficiarias las personas vinculadas con delitos de lesa humanidad, delitos cometidos contra niños, niñas y adolescentes-especialmente sexuales-, delitos de corrupción, terrorismo, narcotráfico, entre otros, y personas que se hayan acogido a la justicia transicional. Luego de seis meses del beneficio, los procesados deberán volver a los sitios de reclusión.
Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en Colombia hay 180 mil reclusos para un cupo de 70.000. Un tercio de las personas en la cárcel no está condenado por uno de los sistemas de justicia más lentos de la región, de acuerdo con estudios del Banco Mundial. Pero esa es una vieja discusión. Con la medida sólo saldrían a las calles el 2,2% de los internos; es decir, un ínfimo porcentaje si lo que se quiere es evitar el contagio. Está demostrado que el coronavirus infecta a mayores, jóvenes, gordos, flacos, morenos; todos estamos expuestos a que el patógeno llegue a nuestros pulmones. No es la solución!
Ahora bien, seguramente las cifras de los delitos como violencia intrafamiliar, hurto y otros van aumentar. Está comprobado el alto porcentaje de reincidencia de quienes han estado detenidos porque no hay en Colombia una verdadera política de resocialización. Esperemos que, al menos, quienes sean beneficiarios del decreto y puedan cumplir con el trámite salgan sanos y no estén infectados; porque esa sería otra tragedia y suficiente tenemos con esta.
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