El Toque de Queda en Ibagué

Países como Nueva Zelanda y Alemania están mucho más tranquilos porque implementaron aislamientos prolongados y disciplinados. Mientras eso no suceda, lo peor está por venir.

Al tiempo que las cifras de infectados en Ibagué crecen peligrosamente, ya son 60 de los 66 confirmados por el Ministerio de Salud y Protección Social en el Tolima, el Gobierno de la Capital Musical decidió implementar medidas más draconianas ante la preocupación por el avance de la pandemia.

Al ya acostumbrado Toque de Queda diario, de 8:00 de la noche a 5:00 de la madrugada del día siguiente, ahora se suma el Toque de Queda durante los dos siguientes fines de semana; incluido, por supuesto, el del “medio puente” del Primero de Mayo. Ni siquiera las tiendas de barrio podrán abrir durante esos días, tampoco los supermercados y todas las actividades económicas que se reactivaron desde esta semana.

Lamentablemente, las cifras no le ayudan a los ibaguereños. Registros de la Policía Metropolitana de Ibagué dan cuenta que ya se contabilizan más de 3.700 comparendos por Infringir las normas del Aislamiento Preventivo Obligatorio. Además, ya son 67 los capturados por reincidir en el mal comportamiento.

Esas personas, para quienes impera la ley de la tozudez y de la anarquía, aún piensan, que el Coronavirus es un juego, un cuento de hadas o un invento de las autoridades para “joderlos”. ¡Pues no señores! Es un virus que mata, que muta, que crece, que contagia a velocidades increíbles. Se mueve mucho más rápido que esos objetos voladores que el Pentágono reconoció que eran reales.

Hay 287 tolimenses que aún no saben si portan o no el virus. Sus muestras fueron enviadas al Instituto Nacional de Salud y están pendientes por el resultado. Ojalá mientras se sabe con certeza, esos ciudadanos estén confinados, alejados de sus familiares y sin el riesgo de contagiar a otras personas.

Lamentablemente, también los resultados son muy lentos en Bogotá y así es muy difícil que las autoridades puedan establecer los cercos epidemiólogos para cerrarle el paso a la propagación.

Parecería que sólo con medidas drásticas de confinamiento se le puede ganar la guerra a la pandemia. Los ejemplos en el mundo nos pueden dar luces. Países como Nueva Zelanda y Alemania están mucho más tranquilos porque implementaron aislamientos prolongados y disciplinados. Mientras eso no suceda, lo peor está por venir.

EL NUEVO DÍA

Comentarios