El escarmiento en Valle de San Juan

Además falta por esclarecer la participación de un exparlamentario y un Representante a la Cámara actual.

En ‘El Valle’ como cariñosamente le dicen sus nativos, nos referimos al Valle de San Juan, la política se movió. Y de qué manera en las pasadas elecciones. Todo terminó en dos condenas: en la del alcalde anterior, quien no pudo terminar su mandato y en la del que lo iba suceder. Además falta por esclarecer la participación de un exparlamentario y un Representante a la Cámara actual.

La Fiscalía General de la Nación reveló que un Juzgado Penal del Circuito de Ibagué avaló el preacuerdo celebrado entre el organismo acusador y los enjuiciados Daniel Ricardo García Castillo, alcalde electo del municipio de Valle de San Juan; y Héctor Orlando Padilla Barragán, alcalde saliente de la misma localidad; por los delitos de concierto para delinquir en concurso con corrupción de sufragante agravado.

Ambos procesados aceptaron su responsabilidad en las conductas delictivas, por las cuales se encuentran privados de la libertad desde el año pasado.

En virtud del preacuerdo, el primero será condenado a la pena de 54 meses de cárcel y al pago de 167 salarios mínimos legales mensuales vigentes para la época de los hechos; mientras que su antecesor purgará 65 meses de prisión y tendrá que pagar la multa de 217 salarios.

Para ganar, como diera lugar, la elecciones, García y Padilla hicieron acuerdos y pusieron la infraestructura de la Alcaldía al servicio de la campaña. Regalaron todo tipo de materiales de construcción, tanques de agua, dinero en efectivo y prometieron mejorar la calidad de vida a los pobladores de zonas vulnerables con adecuaciones de carreteras. Los investigadores pudieron corroborar a través de interceptaciones a teléfonos celulares cómo operó el plan.

Por años, el jefe político de ese municipio ha sido el exparlamentario Gonzalo García, de filiación conservadora, padre de Daniel y quien estuvo condenado por parapolítica en una época aciaga de la historia tolimense. Está prófugo de la justicia por su presunta responsabilidad en los mismos hechos.

Ahora, el municipio deberá someterse a nuevos comicios. ¿Le servirá de escarmiento a los políticos del Tolima, que no juegan limpio, este episodio? O les importará cinco? Los futuros procesos electorales lo dirán.

EL NUEVO DÍA

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