El rompecabezas de Estados Unidos

Tres desafíos le quedan a la administración Trump: contener las protestas con un mensaje de unidad, contener la pandemia y recomponer la economía.

Quién hubiera apostado a que el país con una economía sólida, con una democracia que históricamente imitaron muchos países de Occidente, con un ejército poderoso, hoy sea el escenario de represiones racistas, muertes por la incontrolable pandemia del Coronavirus y ad portas del proceso electoral presidencial. Estados Unidos, el del sueño americano, no pasa por los mejores días de su historia.

El detonante de las marchas y disturbios racistas fue la muerte en Minneápolis de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años que falleció después de que un policía blanco le presionara el cuello con la rodilla durante más de ocho minutos.

Luego de una semana, las protestas callejeras, especialmente de negros y latinos, se han sentido con fuerza en más de 75 ciudades. Los toques de queda en más de 40 de esas urbes no han logrado controlar disturbios, enfrentamientos, saqueos y cientos de detenciones.

Los desórdenes callejeros afloraron en momentos  en que Estados Unidos ha sido azotado, con mucha fuerza, por la pandemia del Covid-19. Ya causó más de 100.000 muertes y dejó sin empleo a unos 40 millones de trabajadores, según datos oficiales. Para expertos, esa pandemia también ha exacerbado las profundas diferencias raciales, visibles a la hora de acceder a los servicios médicos, pues la población afroamericana no tiene los mismos privilegios.

El 3 de noviembre serán los comicios y el demócrata Joe Biden, expresidente en la administración Obama,  ya logró superar en intención de voto al actual presidente Trump a quien le están cobrando el exceso de autoritarismo para manejar las protestas y el desinterés al desestimar el avance de la pandemia cuando empezó.

Un sector del pueblo americano, que encabeza su presidente actual, no ha podido liberarse del estigma del racismo enquistado por décadas, pese a todos los incontables logros de la raza afroestadounidense.

Tres desafíos le quedan a la administración Trump: contener las protestas con un mensaje de unidad, contener la pandemia y recomponer la economía que como todas las del mundo se van a lesionar en los meses post covid. El panorama para volver a la Casa Blanca no le parece favorable. Por lo menos, los afroamericanos y migrantes no lo van a acompañar después de lo mal que les ha ido en este tiempo,  en la otrora nación más poderosa del mundo.

EL NUEVO DÍA

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