A través de una especie de “Maratón Mediática”, el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, adelantó una serie de medidas que su administración se propone aplicar durante los siguientes tres fines de semana. La estrategia, que ya el mandatario había socializado en varios sectores, se llama 5x2; es decir, los ciudadanos residentes en esta Capital tienen cinco días de la semana para adelantar sus actividades laborales, productivas y de otra índole y luego, deberán confinarse durante dos días.
De acuerdo con Hurtado, la medida empieza a regir este fin de semana. El sábado 01 de agosto comienza la restricción a las 5:00 de la tarde y se prolongará hasta el lunes 03 de agosto a las 11:59 de la noche. Nótese que es el lunes es un día laboral. Luego, en el, casi, puente festivo del 07 de agosto, la medida regirá desde el jueves 06 de agosto a las 10 de la noche y finalizará el sábado 08 de agosto a las 11:59 de la noche.
El pasado fin de semana le llovieron críticas al Alcalde de la capital tolimense; precisamente, porque anunció la medida de toque de queda a escasas horas de empezar a regir. Los comerciantes de las plazas de mercado que ya tenían los productos listos para distribuir ese fin de semana se quedaron con toneladas de alimentos perecederos embodegados; y según la manifestación de varios de sus voceros debieron botar la comida ante la falta de comercialización. No se entiende cómo un mandatario que tiene información privilegiada sobre el avance de la pandemia, el número de contagios diarios y las pruebas represadas en los laboratorios, tome medidas improvisadas y las anuncie sobre la marcha; cuando tiene un soporte científico para socializarlas con días de antelación.
Los anuncios de las horas recientes sobre la estrategia del 5×2 fueron adelantados sin los decretos firmados y promulgados. Como se recordará, todos los actos administrativos y las normas restrictivas en el marco del Aislamiento Preventivo Obligatorio, que tomen los mandatarios regionales y locales, deben ser aprobadas por el Ministerio del Interior. Ya en el pasado reciente, en la era del exjefe jurídico Andrés Bedoya, la ministra Alicia Arango, experta en “quemar el pan en la puerta del horno” le reversó a la Alcaldía de Ibagué varias medidas que estaban anunciadas, en ejercicios similares al que hizo el Alcalde ayer.
Dar primicias en medio de la emocionalidad que produce una entrevista, al aire, en un medio de comunicación es riesgoso. Más para la credibilidad de un mandatario que día a día se juega ese valor preciado entre los ciudadanos. Al final, cuando los casos en Ibagué siguen creciendo vertiginosamente, lo que importa es preservar la vida de los ciudadanos; que no será posible mientras persista la indisciplina social
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