Muchos años después, frente a otra posible erupción del Volcán Nevado del Ruiz, los 14 municipios del Tolima que se ubican geográficamente en la llamada zona de influencia y que serían afectados por una eventualidad, aún no cuentan con los elementos suficientes para una eficaz atención del riesgo.
Han pasado casi 35 años de esa tragedia que borró del mapa a un municipio norte tolimense y la queja constante de los alcaldes y cuerpos de bomberos de esas 14 localidades es la misma y repetida: Los organismos a cargo de las emergencias no tienen los elementos necesarios y no tendrían la capacidad de respuesta en caso de otra avalancha. La semana pasada se sintieron varios movimientos telúricos al interior del complejo volcánico, según los reportes del Servicio Geològico Colombiano.
Es, precisamente, cuando pasan estos eventos de la naturaleza que los organismos se acuerdan que la amenaza está ahí, latente, y que puede causar otra avalancha. Los municipios de Ambalema, Armero Guayabal, Casabianca, El Líbano, Falan, Fresno, Herveo, Honda, Lérida, Mariquita, Murillo, Palocabildo, Venadillo y Villahermosa se mantienen expectantes.
Un reciente Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, convocado a instancias de la Gobernaciòn del Tolima, analizó las amenazas de la alta montaña Andina y ahondó en otro de los temas recurrentes por esta época del año: los voraces incendios forestales que ya han consumido decenas de pastizales y vegetación nativa. Así ha sucedido desde hace décadas. En ese encuentro, se insistió en las medidas como la actualización de los planes de contingencia.
Hace 35 años sucedió la tragedia que recordamos con mucho dolor, con tristeza, por todas las vidas que se perdieron y por toda la devastación que causó la avalancha. Esa tragedia no se nos debe olvidar, máxime cuando el Ruiz ruge con mucha más frecuencia por estos tiempos.
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