¿La panela tiene dueño?

La panela hace parte de la vida de los colombianos desde hace siglos. Quién no ha superado los malestares de la gripa con un agua de panela caliente con limón o, en los días cálidos, quién no ha acompañado sus alimentos con limonada endulzada con panela.

Es un ingrediente indispensable en una gran variedad de platos, y se utiliza como alimento para niños y adultos; además, está ligado a las tradiciones de miles de campesinos que lo fabrican en sus trapiches de manera artesanal.

La panela no es un producto exclusivamente colombiano. También se conoce y se consume con otros nombres y presentaciones en diversos países de Centro y Suramérica; además, en India y Pakistán. La India es el primer productor mundial, y Colombia es el segundo, pero es el primer consumidor per cápita; es decir, que es esencial para productores y consumidores.

Ahora resulta que un ingeniero, accionista de Riopaila, patentó en Estados Unidos un producto con características similares al de nuestro ancestral producto, y ahora intenta registrarlo ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Esto significaría que la panela, o el nuevo nombre con el que sea registrado, solamente se podría producir y vender en las condiciones en que lo indica el dueño de la marca, con lo cual quedarían por fuera del mercado más de 350 mil familias colombianas de 28 departamentos.

Fedepanela se opuso al registro ante la SIC, con el argumento de que la solicitud no cumple con los requisitos legales. Para la agremiación de los paneleros, se trata de una clara violación de la Ley 40 de 1990, que protege a este sector productivo. Cuando se hizo pública la situación, voceros del ingenio Riopaila Castilla y Asocaña manifestaron que no tienen vínculos con la solicitud del ingeniero, y el Ministerio de Agricultura indicó que no apoya la patente.

El proceso, que tiene en vilo a los miles de productores, apenas empieza y seguramente será un camino largo y tortuoso el que habrán de recorrer en defensa de sus intereses. Se requiere de una posición férrea en favor de los productores por parte del Gobierno Nacional y de la sociedad en general, para impedir que este producto ancestral que ha acompañado la historia nacional sea convertido en una marca exclusiva que acabe con el ingreso de las pequeñas empresas campesinas.

EL NUEVO DÍA

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