Deshonroso primer lugar

No ganamos mucho con que de manera periódica nos digan que se están malversando los recursos de todos, pero no se hace nada por evitarlo.

Recientemente la Contraloría General de la República presentó un informe acerca de las obras que presentan fallas en su ejecución y que constituyen un grave desperdicio de recursos públicos. Las clasificó como “elefantes blancos”, obras inconclusas y proyectos críticos. Los primeros corresponden a las obras que quedaron abandonadas, sin terminar o que no han sido utilizadas para los fines que fueron construidas; las obras inconclusas son aquellas que no se han podido terminar o que les falta algo para ponerlas en funcionamiento, mientras que los proyectos críticos son los se encuentran en ejecución, pero han presentado prórrogas, suspensiones y adiciones. En el país existen 1400 obras inservibles o a punto de serlo, que le representan al erario 25 billones de pesos.

Lo preocupante para nosotros es que el Tolima encabeza esta vergonzosa lista con 96 obras fallidas o en riesgo. Entre los “elefantes blancos” del Tolima se encuentra, cómo no, el Triángulo del Tolima y otras como el distrito de riego de mediana escala de Mariquita, el relleno sanitario Santo Domingo de Armero, el Centro de Entrenamiento de la Policía en San Luis, el hogar del adulto mayor en Icononzo, el parador de transporte de Carmen de Apicalá, la estación de policía de Venadillo y la planta de residuos de un resguardo indígena en San Antonio.

En Ibagué no hay “elefantes blancos”, pero los colegios de la Jornada Única, el Panóptico y los escenarios deportivos se hallan en estado crítico. Estos últimos proyectos están en manos del actual Alcalde y le corresponderá no dejarlos abandonados, concluir su ejecución y ponerlos en funcionamiento.

El desperdicio de recursos es enorme, pero lo más penoso es que los sectores más perjudicados son educación, vivienda y agua potable y saneamiento básico. Más allá de conocer el inventario, los ciudadanos merecen saber qué han hecho las autoridades para impedir que el dinero público se pierda en el barril sin fondo de la corrupción y la ineficiencia administrativa. Por eso es importante saber: ¿Cuáles de esas obras son ejecutadas desde la administración central? ¿En cuáles de ellas se han comenzado procesos de responsabilidad fiscal? ¿Hay investigaciones en la Fiscalía o en la Procuraduría? ¿Se han iniciado acciones de repetición en contra de los funcionarios responsables? Porque no ganamos mucho con que de manera periódica nos digan que se están malversando los recursos de todos, pero no se hace nada por evitarlo.

EL NUEVO DÍA

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