Conducta reprochable

El proceso legal no ha comenzado y aún no se puede asegurar que es o no responsable de la conducta que se le atribuye, pero el mandatario seccional debe tener claridad de que en su gabinete no puede haber espacio para un maltratador.

La violencia intrafamiliar es un mal crónico de nuestra sociedad machista. Es una clase de maltrato -físico, psicológico, sexual o económico- que se presenta entre los miembros de una familia; puede ocurrir entre cónyuges, hermanos y padres e hijos. En Colombia los hombres son, en su mayoría, los perpetradores y las mujeres, los niños y los mayores de 60 años, las víctimas.

El Estado ha tratado de combatir este flagelo mediante la expedición de normas que intentan proteger a las víctimas de estas agresiones y por eso elevó a la categoría de delito la violencia intrafamiliar, e incrementó la pena cuando las víctimas son mujeres, niños, mayores de 60 años, personas en situación de discapacidad o en estado de indefensión.

Dentro de la Ley 1959, expedida en junio de 2019, se ordenó que en el término de un año el Gobierno nacional debe estructurar y elaborar una estrategia de formación de familia, dirigida a la prevención de la violencia intrafamiliar, de la cual no conocemos nada a pesar de que la Ley hace más de un año entró en vigencia. Así mismo, la norma dispone la conformación de una comisión de seguimiento que deberá sesionar dos veces al año. También, la Gobernación del Tolima creó y puso en marcha desde este año la Secretaría de la Mujer, entre cuyos propósitos se encuentra el de restablecer los derechos de las mujeres. Es decir, que existe un compromiso en todas las instancias gubernamentales con la protección de las mujeres, uno de los grupos más afectados por el maltrato en la familia.

Es por eso que en este momento, el Gobernador del Tolima enfrenta una situación que mostrará su talante como gobernante. Uno de sus funcionarios, el director de Tecnología y Comunicaciones (TIC) del Departamento, además hijo de la directora de Cortolima y cuota de su mentor político, fue acusado de violencia intrafamiliar por parte de su esposa. El proceso legal no ha comenzado y aún no se puede asegurar que es o no responsable de la conducta que se le atribuye, pero el mandatario seccional debe tener claridad de que en su gabinete no puede haber espacio para un maltratador. Quedamos a la espera de la actuación de la justicia y la decisión del Gobernador.

EL NUEVO DÍA

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