Por una solución concertada para los escolares

Sin embargo, es conveniente que Simatol explore, junto con las autoridades educativas del Departamento, las alternativas que procuren un retorno de manera gradual que priorice el bienestar de nuestros niños y jóvenes.

Más de un año cumplen los estudiantes de las instituciones educativas del sector oficial sin asistir a las aulas. Aunque al comienzo de este año se había acordado un modelo de alternancia para ensayar un retorno progresivo a la normalidad, los maestros de Fecode se niegan a regresar a clases presenciales, porque consideran que no existen las garantías para ello.

Para el Sindicato de Maestros del Tolima (Simatol) las instituciones educativas del Departamento no reúnen las condiciones sanitarias ni de bioseguridad que se requieren, pues las sedes carecen de elementos esenciales de salubridad como lavamanos y baterías sanitarias; no tienen adecuada ventilación y tampoco permiten que se pueda mantener el distanciamiento físico apropiado para evitar contagios; además, los recursos que asignó el Gobierno Nacional para invertir en el Tolima son insuficientes para garantizar un retorno seguro. Los docentes también piden ser priorizados en la vacunación para disminuir los riesgos.

Los niños y adolescentes en edad escolar son uno de los grupos poblacionales más afectados por la pandemia y entre ellos, los que asisten a las instituciones públicas son los que requieren más apoyo, pues en la escuela reciben la alimentación que en sus casas no está garantizada; de otra parte, muchos carecen de las herramientas tecnológicas que exigen las clases remotas; en sus hogares están más expuestos a sufrir de estrés y ansiedad por el encierro y las circunstancias económicas de los padres, situaciones que afectan su bienestar y su salud mental; así mismo, tienen mayor riesgo de abandonar sus estudios. En el entorno escolar existen mayores posibilidades de adquirir destrezas, de desarrollar habilidades sociales y emocionales, y de mejorar el rendimiento académico. El cierre de las instituciones públicas, además, aumentará la desigualdad, porque los niños de escasos recursos económicos quedarán rezagados, mientras que aquellos cuyas familias poseen más ingresos podrán seguir progresando desde sus hogares. Para Unicef, el impacto a largo plazo, sobre todo en los más pequeños, hace recomendable que las escuelas estén abiertas, con las debidas medidas de seguridad.

Las razones de los docentes son válidas y fundamentadas, no se puede poner en riesgo la salud de los escolares por tomar decisiones apresuradas. Sin embargo, es conveniente que Simatol explore, junto con las autoridades educativas del Departamento, las alternativas que procuren un retorno de manera gradual que priorice el bienestar de nuestros niños y jóvenes.

EL NUEVO DÍA

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