El Ibagué Festival que acaba de culminar demostró que esta es una ciudad cultural y que el público acude masivamente a los espectáculos cuando estos son planificados, hacen gala de actividades diversas y novedosas, y se presentan artistas de reconocida trayectoria. La agenda se desarrolló de manera impecable y colmó las expectativas de los asistentes: conciertos de diferentes géneros musicales, talleres, conversatorios, exposiciones y gastronomía hicieron parte de la variada programación que por cuatro días se celebró en la capital.
También hay que destacar la organización del 26 Festival de Música Colombiana ‘Mangostino de Oro’, que se efectuó en Mariquita con gran éxito, y La Magdalena Fest que se celebró en Honda y que cumplió su cuarta versión.
En estos tiempos de crisis, incertidumbre, desesperanza y estrecheces, las actividades culturales son una feliz ocasión para recuperar la confianza, el optimismo, la fe y, de paso, reanimar la economía. Es necesario que eventos como los de este puente festivo se repitan. Si se planifican, se organizan, se promocionan con el tiempo adecuado y cuentan con el apoyo de sectores públicos y privados que le inyecten presupuesto, alcanzarán el propósito de atraer visitantes y mejorar las finanzas locales.
Es el momento de pensar en la creación de un sistema regional cultural y musical, en el que participen entidades de diversos orígenes, pero fines comunes, que articule esfuerzos, que integre agendas, que aglutine artistas, que tenga sus propios acuerdos, que consiga recursos, que actúe de manera coordinada para que los eventos no se compitan entre sí y que sus integrantes compartan experiencias y aprendizajes.
Así mismo, es menester ofrecer capacitación tanto a los dueños y empleados de los negocios que se beneficiarán (restaurantes, hoteles, taxistas) como a los ciudadanos en general, para que se concienticen de la importancia que tiene el turismo, y se comporten como verdaderos anfitriones.
De este modo, el Tolima puede posicionarse como un gran escenario cultural, capitalizar sus experiencias y maximizar los beneficios; de igual forma, ha de sacar provecho de la cercanía con la capital de la república, un mercado ansioso de encontrar nuevas experiencias. El Departamento posee, además, una adecuada oferta hotelera y de restaurantes; su gastronomía es reconocida en el país, posee variedad de climas y recursos naturales de gran belleza que son el complemento ideal para cualquier actividad.
Es necesario hacer un reconocimiento a los organizadores de los festivales que se cumplieron el pasado fin de semana: demostraron que es posible llevar a cabo eventos de calidad, diversos y atractivos.
Comentarios