La detección temprana, un arma eficaz para enfrentar el cáncer de seno

La detección precoz y un tratamiento oportuno son las estrategias que conllevan al mejoramiento de la calidad de vida de miles de mujeres que pueden llegar a padecer este doloroso mal.

 

En 2020 4.411 mujeres murieron por cáncer de seno en Colombia y se detectaron 15.509 casos, según reportó el Ministerio de Salud. Esta es la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres. El promedio de edad de quienes fueron diagnosticadas con esta enfermedad es de 57 años; sin embargo, existe un aumento preocupante en edades entre los 20  y 45 años, con un 19% de incidencia.

Con motivo del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, las organizaciones sanitarias públicas y privadas recordaron que, si se descubre de manera temprana, el tratamiento tiene mayores probabilidades de resultar exitoso, y recomendaron tener presentes las rutas de atención previstas por el Ministerio de Salud; además, con el mensaje “¡Tócate!”, invitaron a las mujeres a que se practiquen el autoexamen.

La Liga contra el cáncer aconseja que, después de la primera menstruación, las mujeres deben revisarse mensualmente, con el fin de que conozcan el aspecto normal de sus senos y así puedan detectar oportunamente si se presenta alguna anormalidad. 

Las entidades que prestan servicios de salud están en la obligación de realizar un examen clínico una vez al año para las mujeres, a partir de los 40 años, y una mamografía bilateral para mujeres entre 50 y 69 años de edad, que se debe ordenar cada dos años (si el resultado es normal). También es preciso que promuevan el autoexamen y la detección de las señales de alarma, así como el procedimiento que deben seguir las mujeres ante cualquier cambio sospechoso. 

Así mismo, deben poner a disposición del público la información clara y oportuna acerca de la enfermedad, sus riesgos y el procedimiento que se debe seguir para la detección temprana, a través de cartillas, plegables y otros medios de comunicación.

Aunque no existe un modo infalible para prevenirlo, sí es posible identificar y disminuir factores de riesgo, especialmente aquellos relacionados con el estilo de vida. Es recomendable, entonces, conservar hábitos saludables como llevar una dieta balanceada, evitar el sobrepeso, practicar una actividad física con regularidad y evitar el consumo de alcohol y cigarrillo.

La detección precoz y un tratamiento oportuno son las estrategias que conllevan al mejoramiento de la calidad de vida de miles de mujeres que pueden llegar a padecer este doloroso mal.

 

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