A partir de este martes 16 de noviembre, todos los mayores de 18 años que quieran ingresar a restaurantes, bares, cines, discotecas, museos, ferias o cualquier lugar considerado de asistencia masiva tendrán que portar el carné de vacunación contra el Covid-19. Si no porta este documento, al menos con el registro de la aplicación de la primera dosis, sencillamente no podrá ingresar. De esta forma quedó determinada la hora cero para que Colombia se una a la decisión que han tomado la mayoría de países en el mundo de hacer esta exigencia, como medida necesaria para regresar a una vida social y de comunidad.
Para demostrar el esquema de vacunación completo se podrá presentar el carné de forma física o el certificado digital de vacunación, que se puede descargar a través de la página web https://mivacuna.sispro.gov.co.
Es en los propietarios de los establecimientos en quienes recae la responsabilidad de exigir el documento de vacunación y negar la entrada a quienes no puedan demostrar que han sido vacunados contra el Covid-19.
En caso de que un establecimiento sea sorprendido permitiendo el ingreso de personas sin vacunar, podrá ser sancionado con la suspensión de la actividad comercial de 2 a 10 días.
Esta medida ha sido criticada por algunos sectores que consideran que exigir esta vacunación es excesiva para el ciudadano. Desde este medio consideramos que tal medida, si bien puede implicar una carga extra para los propietarios de los establecimientos y una incomodidad para los ciudadanos, es necesaria para, de una vez por todas, terminar de controlar esta pandemia que ya llega a los dos años de presencia en el mundo, con incontables daños en pérdidas de vidas humanas, económicas y secuelas a nivel físico y emocional y que falta aún mucho tiempo para conocer sus verdaderos alcances.
Las últimas cifras muestran que hay un incremento en el número de contagios en el país y la región que empiezan a preocupar.
La invitación a todos es a descargar el aplicativo de vacunación, pero sobre todo a insistir en la inmunización, principalmente de los más jóvenes y niños, segmento de edad en el que aún la vacunación contra el coronavirus no avanza al ritmo que debería.
Y por supuesto seguir insistiendo en lo básico: el uso de tapabocas y el lavado de manos. Aunque nos sintamos cansados de hacerlo, hay que persistir.
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