Desde que se anunció el regreso de la cabalgata sanjuanera por la carrera Quinta, concejales, defensores de animales y otros ciudadanos expresaron su rechazo a esta actividad tradicional del Festival Folclórico Colombiano.
Los argumentos de quienes se oponen a la cabalgata indican que los animales sufren en extremo porque son golpeados, se deshidratan por la extenuante jornada, los jinetes les dan de beber licor, se estresan por los ruidos estridentes que acompañan el recorrido y en ocasiones son abandonados.
Como evidencia de lo anterior, recordaron que hace pocos meses un hombre maltrató a un caballo con un “táser” durante una cabalgata que se efectuó en Icononzo. Un veterinario señaló, además, que estos excesos los pueden llevar a la muerte y les ocasionan otras enfermedades, derivadas del descuido a que son sometidos.
El concejal Javier Mora, por su parte, dice que le preocupa que no existe reglamentación y que el 80 % de los caballos que participan son alquilados y montados por inexpertos. Así mismo, que los animales provienen de otras poblaciones, los transportan en la madrugada, poco antes de la cabalgata, y los tienen todo el día en la ciudad con lo cual se agotan sobremanera.
La administración local, a su vez, en respaldo al evento, expone que la cabalgata hace parte de las actividades que buscan la reactivación económica; que se adoptará un plan especial, que se impedirá que personas ebrias participen y que se instalarán puntos de hidratación a lo largo del recorrido.
Lo mismo expresa la entidad organizadora, la Asociación de Caballistas del Tolima (Asocatol), y agrega que contarán con médicos veterinarios y con el apoyo de la policía; además, no permitirán que menores de edad monten los caballos y que los jinetes no podrán emplear fustas u otros elementos que puedan lastimar a los animales.
Ciertamente, las cabalgatas hacen parte de la tradición de las fiestas sanjuaneras, las actividades festivas son indispensables en nuestra cultura y es preciso reactivar la economía. Sin embargo, so pretexto de las razones anteriores no se puede permitir el desorden ni el maltrato animal. Por eso, el compromiso de la Alcaldía y de Asocatol ha de ser el de garantizar que la cabalgata se desarrolle bajo las condiciones de orden ciudadano y respeto por los animales, con el acompañamiento de las autoridades.
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