El silencioso deterioro de la ciudad

No obstante, es necesario que exista un plan completo que incluya presupuesto para su mantenimiento, la difusión de permanentes campañas de cultura ciudadana, así como vigilancia y sanciones para quienes atenten contra el patrimonio público.

Ibagué está perdiendo de manera gradual y silenciosa, ante la mirada indiferente de la administración y los ibaguereños, el mobiliario urbano, los escenarios emblemáticos (parque Centenario, parque de la Música, plaza de Bolívar, plazoleta Darío Echandía), los murales, los monumentos, los parques de los barrios y las zonas verdes.

Los años de inversiones por parte de varias administraciones, los aportes de las empresas privadas que se involucraron en campañas de embellecimiento y la recuperación de espacios comunes se pierden porque no se ejecutan labores de mantenimiento, no se llevan a cabo campañas de educación que intenten promover el respeto por los espacios, ni existe vigilancia y seguimiento para que los responsables paguen por los daños.

La semana pasada este medio de comunicación presentó una nueva evidencia del deterioro de la ciudad con una muestra gráfica del abandono en el que se hallan los paraderos de buses de un tramo de la carrera Quinta. La mayor parte fue destruida durante las protestas del año pasado; además, les robaron el aluminio, tienen los vidrios rotos y les pintaron letreros; en algunos se llevaron las bancas, tienen los techos destrozados y la maleza los invadió.

Lamentablemente, el vandalismo que se registró durante las protestas del año pasado no es el único responsable del deterioro de los paraderos. Desde su instalación, han sido blanco de saqueadores, vándalos, ciudadanos desadaptados y delincuentes que los dañan y los roban. Cada cierto tiempo, los medios de comunicación denuncian el pésimo estado en que se hallan. Esta es una muestra inobjetable de la inexistencia de apropiación y el poco aprecio de los ibaguereños con el mobiliario urbano y los espacios que son para uso y goce de la comunidad.

Los responsables de la conservación de este mobiliario son la Gestora Urbana (que está a cargo de los mupis —soportes verticales que llevan publicidad—) y la Secretaría de Movilidad que debe hacer mantenimiento general. El gerente de la Gestora Urbana, Daniel Jaramillo, dijo que después de las protestas reclamaron a las aseguradoras y que al comienzo de este año se repararon y se le pidió a la ciudadanía que los cuidara; sin embargo, de nuevo su estado es desastroso.
La Alcaldía anuncia ahora el inicio de los trabajos para implementar el Sistema Estratégico de Transporte Público (Setp), que incluye, entre otras obras, la construcción de más de mil modernos y costosos paraderos en toda la ciudad; no obstante, es necesario que exista un plan completo que incluya presupuesto para su mantenimiento, la difusión de permanentes campañas de cultura ciudadana, así como vigilancia y sanciones para quienes atenten contra el patrimonio público.

EL NUEVO DÍA

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