El alcalde corrigió

Su misión no es solo construir nuevas obras, sino también garantizar que los servicios públicos domiciliarios lleguen a todos los ibaguereños.

Los residentes de los bloques de edificios Alminar Samoa, localizados en la comuna 6 de Ibagué, han sufrido por falta de agua potable desde cuando adquirieron sus apartamentos. Pese a que se sabía de la inexistencia de redes de acueducto, se otorgó la licencia de construcción y este fue el inicio de su padecimiento.

Los apartamentos fueron conectados al acueducto comunitario El Triunfo, que no le daba el tratamiento adecuado al agua para que fuera apta para el consumo humano; además, el suministro es deficiente, por lo cual se presentan cortes prolongados que duran días o semanas. Por si esto fuera poco, ahora se edificará una nueva torre, sin haber subsanado el problema de abastecimiento. Esto ha llevado a los habitantes de este conjunto de apartamentos a llevar a cabo manifestaciones ante la falta de soluciones por parte de la administración local.

En Alminar Samoa residen más de 700 familias, pero en el sector, las afectadas por la falta de agua son cerca de dos mil. Uno de los residentes de Alminar Samoa instauró una tutela que en primera y segunda instancia fue negada; sin embargo, en revisión de la Corte Constitucional se le concedió la razón al tutelante en 2019 y se ordenó que el municipio, en un plazo de seis meses, hiciera las gestiones necesarias para garantizar el acceso al agua potable del ciudadano y la comunidad. De acuerdo con la Corte, una “urbanización de vivienda de interés social, que no cuenta con suministro de agua potable, no puede considerarse como vivienda digna”.

Ante el reiterado incumplimiento del fallo, en agosto del año pasado el Juzgado Sexto Civil ordenó seis días de arresto en contra del alcalde. Por esos mismos días, el Juzgado Octavo Administrativo Oral de Ibagué solicitó a la Fiscalía investigar a quienes intervinieron en el otorgamiento, aparentemente irregular, de la licencia de construcción de dicho conjunto de apartamentos.

Pese a la existencia del fallo, al incidente de desacato y a las investigaciones, el alcalde Andrés Hurtado había reiterado que se trataba de un problema anterior al inicio de su gobierno, como si no fuera de su incumbencia. Sin embargo, después de múltiples protestas ahora rectificó, se reunió con los residentes Alminar Samoa y ofreció una solución. 

De acuerdo con el planteamiento del mandatario local, se construirá una línea de conducción entre el sector afectado y el tanque de Ambalá que garantizará el servicio permanente de agua potable. Los trabajos tendrán una duración de nueve meses y serán el complemento a la planta de tratamiento para el acueducto de El Triunfo, en la que se habían invertido 350 millones de pesos, y que no fue solución suficiente.

Es un gesto de responsabilidad del alcalde con la comunidad a la que debe procurar bienestar. Su misión no es solo construir nuevas obras, sino también garantizar que los servicios públicos domiciliaros lleguen a todos los ibaguereños.



 

El Nuevo Día

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