Promesas cumplidas y asuntos pendientes

La remodelación y ampliación de los 26 colegios de Ibagué fue una tarea que quedó a medias, pues apenas se entregaron nueve de los proyectos. Y el acueducto complementario, una de las obras necesarísimas para la capital, aún está en veremos.

Concluye en diez días el cuatrienio de Iván Duque y es inevitable hacer balances. El presidente de la República adquirió compromisos con los tolimenses en materia de vías, obras de infraestructura y la culminación de proyectos que venían de anteriores gobiernos.

La terminación del túnel de la Línea y el cruce de la cordillera central fue una de las obras que se incluyen dentro de los compromisos que cumplió y que benefició a los tolimenses. Duque también inauguró una parte de la rehabilitación de la vía Cambao-Manizales; falta concluir los tramos Líbano-Murillo y Murillo-Manizales, que presentan avances de 20 y 30 %, respectivamente. También se rehabilitaron los 198 kilómetros de la vía Girardot-Neiva, de los cuales se entregaron 76 kilómetros en doble calzada.

En Ibagué se concluyó y se puso en funcionamiento el Panóptico, después de casi dos décadas de contratiempos e irregularidades, y se aprobó el Conpes para comprometer vigencias futuras por $466.573 millones, destinados a la implementación del Sistema Estratégico de Transporte Público de Ibagué (Setp).

Aunque se avanzó en la entrega de algunos de los escenarios deportivos, destruidos desde 2015 para los fallidos juegos nacionales y que fue el eterno mal recuerdo que nos dejó Luis H. Rodríguez, aún falta culminar proyectos importantes como el Coliseo Mayor que se construye en el parque deportivo; tampoco el Gobierno nacional transfirió al municipio los $20 millardos que hacen falta para concluir los trabajos y poner esta obra al servicio de los deportistas.

El compromiso incumplido de todos los gobiernos nacionales con el Tolima, desde Ernesto Samper, es el Triángulo del Sur y este gobierno no fue la excepción; lo mismo sucede con el proyecto para recuperar la navegabilidad por el río Magdalena, promesas de campaña que se repiten cada cuatro años y que no llegan a feliz término. Tampoco se apreciaron avances en las precarias vías terciarias, una deuda no pagada con los productores de alimentos de todo el Departamento.

La remodelación y ampliación de los 26 colegios de Ibagué fue una tarea que quedó a medias, pues apenas se entregaron nueve de los proyectos. Y el acueducto complementario, una de las obras necesarísimas para la capital, aún está en veremos.

Ahora corresponderá a los congresistas de la bancada tolimense gestionar la inclusión de estos pendientes en el plan de desarrollo del nuevo gobierno y estar al tanto de ellos hasta conseguir que sean una realidad.

 

El Nuevo Día

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