¿Es conveniente el impuesto a las bebidas azucaradas?

Sin embargo, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, y otros expertos censuran el impuesto porque lo consideran lesivo para el bolsillo de las familias de menos ingresos, mientras que los tenderos sostienen que se perjudicarán sus ventas.

El ministro de Hacienda del gobierno entrante, José Antonio Ocampo, informó que en la reforma tributaria se incluirá un impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, anuncio que ha causado controversia, pues es una medida que afecta a gran parte de la población.

Según el DANE, el 61,8 % de los colombianos mayores de dos años consume bebidas azucaradas. No es la primera vez que se intenta aprobar este impuesto. En 2016, en el gobierno de Juan Manuel Santos se presentó el proyecto, pero no fue aprobado por el Congreso. Desde entonces se ha dado el debate entre quienes apoyan y los que están en contra de la medida. 

Desde 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el consumo de bebidas azucaradas está relacionado con la obesidad, y el riesgo de padecer enfermedades como diabetes; además, es responsable del 100 % de las caries en los niños, por lo cual recomienda gravar estos productos con un impuesto de 20 % sobre el precio público. Más de setenta países ya cuentan con algún tipo de impuesto a estos productos.

 La Federación Médica Colombiana, en línea con la OMS, apoya el impuesto, lo mismo que la Red Papaz, que desde hace años lucha por poner sellos de advertencia en los alimentos ultraprocesados (que pese a ser ya una ley en Colombia, aún no se aplica). La Red destaca entre los beneficios para la salud pública que, con el aumento del precio de las bebidas azucaradas, disminuye su consumo y en cambio aumenta la ingesta de agua y otras bebidas saludables.

Por su parte, la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios, nombrada por el Gobierno Nacional, en su informe publicado en 2021, indica que es beneficioso incrementar los impuestos sobre aquellos productos que son perjudiciales para la salud como el tabaco, el alcohol y el azúcar.

Sin embargo, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, y otros expertos censuran el impuesto porque lo consideran lesivo para el bolsillo de las familias de menos ingresos, mientras que los tenderos sostienen que se perjudicarán sus ventas.

Lo cierto es que es necesario avanzar en políticas públicas de prevención en salud que promuevan la alimentación sana y que los colombianos estén bien informados sobre los productos que les proporcionan a sus hijos.

 

El Nuevo Día

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