La zozobra ronda en el Tolima. En el norte está circulando un panfleto de un supuesto grupo de autodefensas en el que se anuncia un “plan pistola” para asesinar a los integrantes de un grupo delincuencial y a quien los apoye. También profieren amenazas en contra del alcalde, el secretario de Gobierno y el comandante de Policía de Mariquita.
En el escrito, los delincuentes indican que su accionar se extiende por Ibagué, los municipios del norte del Tolima, y las poblaciones de Caldas y Antioquia que se encuentran localizadas en el Magdalena medio.
El alcalde de Mariquita, Juan Carlos Castaño, dijo que estas amenazas pueden obedecer a una retaliación, por la realización de operativos de las autoridades en contra de bandas criminales que operan en esta jurisdicción. A su vez, el gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, señaló que se trataría de delincuencia común, pero no descarta otras posibilidades; agregó que ya se adelantan investigaciones y espera que muy pronto se den “resultados contundentes”.
Por su parte, el comandante de la Sexta Brigada del Ejército, coronel Carlos Darío Villamil, desestimó las amenazas y afirmó: “Se les da parte de tranquilidad a la comunidad y a los diferentes alcaldes, ya que son panfletos intimidatorios, pero que no tienen ninguna legalidad ni veracidad”.
En el sur del Departamento está circulando otro panfleto en que los autores, que se identifican como integrantes del frente Ismael Ruiz, disidente de las Farc, prohíben la circulación de personas a altas horas de la noche y aseguran que asesinarán a quienes consideren delincuentes.
Pero no solamente la población civil está siendo intimidada, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) denunció que dos periodistas de Mariquita fueron obligados a leer el panfleto en una emisora. De acuerdo con el pronunciamiento de la FLIP, “el 22 de julio uno de los periodistas recibió un mensaje en el que una persona que se identificó como parte de las AUC le exigió que se difundiera el panfleto en las emisoras Toca Estéreo y Radio Lumbí, de lo contrario, el periodista sería declarado objetivo militar.
Dos días después, integrantes de las AUC amenazaron al otro periodista con hacerle daño si no publicaba el documento. Como consecuencia, los periodistas se vieron obligados a replicar el planfleto en uno de los medios”. La FLIP solicitó a la Policía del Tolima que adopte medidas para preservar la vida de los periodistas, y a la Defensoría del Pueblo que emita las alertas tempranas sobre esta situación para que se desplieguen estrategias de protección para garantizar el ejercicio libre del periodismo en el Tolima.
Desconocemos las acciones que han tomado las autoridades para proteger a dichos comunicadores, pero, para el bienestar de la democracia, se precisa la existencia de una prensa libre, veraz e independiente, y no se puede permitir que los violentos obliguen a los periodistas a ponerse al servicio de sus intereses.
Provengan de las AUC, las disidencias de las Farc o de la delincuencia común, lo cierto es que estos panfletos logran causar pánico entre la población. En este país no se pueden subestimar las amenazas y por eso es preciso que las autoridades lleven a cabo las acciones necesarias para devolverles la tranquilidad a los tolimenses.
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