Taxistas, promesas incumplidas y realidad tecnológica

Otro asunto crítico es la agresividad de algunos taxistas, que no se supera con cursos de atención al cliente, pues este es un problema que se soluciona en la familia y en la escuela, y requerirá otra clase de medidas.

El pasado miércoles, de nuevo los taxistas bloquearon la calle 60 y sembraron el caos en Ibagué. La protesta tuvo como pretexto, en esta ocasión, la agresión por parte de un conductor de Uber a un taxista, que lo llevó a clínica y que está a la espera de una intervención quirúrgica. 

Es indudable que los taxistas tienen sobrados motivos para estar inconformes; la inseguridad ha aumentado, la movilidad es cada vez peor y, con la competencia que hacen los particulares a través de plataformas tecnológicas, sus ingresos son insuficientes para pagar la cuota y disponer de dinero para su mantenimiento. Aseguran, igualmente, que las autoridades no llevan a cabo operativos para controlar el transporte ilegal.

Para completar, algunos taxistas se sienten abandonados por las empresas a las que están afiliados, en el sentido de que no reciben capacitaciones sobre los diversos aspectos relacionados con la atención al cliente. Así mismo, le han pedido a la Secretaría de Cultura que desarrolle un micrositio con información actualizada de lugares turísticos y eventos culturales de Ibagué y el Tolima para que ellos puedan orientar a los pasajeros, pero no les han prestado atención. Además, dicen que el alcalde les hace promesas que luego no cumple.

Los argumentos y los motivos de los conductores de taxi suenan razonables, pero al tomarse las vías de hecho e impedir libre movilización de trabajadores y escolares que a esa hora se dirigían a sus hogares, no consiguen despertar la solidaridad de los ibaguereños.

Después de dos horas de bloqueo, los taxistas se reunieron con la secretaria de Movilidad, Olga Lucía Liévano, para llegar a un acuerdo y adquirir compromisos. Los conductores se comprometieron a levantar los bloqueos, y la secretaria, a eliminar el pico y placa los fines de semana para los taxistas y continuar con los operativos de control, así como con las suspensiones y cancelaciones de licencias de conducción para los transportadores irregulares. La funcionaria les informó que se han impuesto más de 140 sanciones a conductores que carecen del permiso que los autoriza a prestar el servicio de transporte público y que este año se han expedido más de 100 resoluciones de cancelación definitiva de licencias de conducción.

Este no es una situación que se resuelva de forma simple. El uso de la tecnología para esta clase de negocios llegó para quedarse y no tiene marcha atrás. En este sentido habrá que generar espacios para que muchas más personas puedan trabajar, dentro de los términos establecidos por la ley. Además, los usuarios de transporte público, se quejan por el mal servicio que prestan los taxistas y por eso prefieren la alternativa del servicio a través de aplicaciones. Otro asunto crítico es la agresividad de algunos taxistas, que no se supera con cursos de atención al cliente, pues este es un problema que se soluciona en la familia y en la escuela, y requerirá otra clase de medidas.

 

El Nuevo Día

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