¿El parque Omaira Sánchez tendrá futuro?

Si no se llega a un acuerdo, se abrirá una convocatoria para buscar un operador, con el fin de ponerlo en servicio prontamente y evitar que se deteriore la infraestructura.

 

El artículo 31 de la Ley 1632 de 2013, por la cual se rinde homenaje a la desaparecida Armero, dispuso la construcción de un megaparque infantil, auspiciado por el Gobierno Nacional y el Servicio Geológico Colombiano (SGC), en el que se invirtieron 7.000 millones de pesos. En 2018 se concluyó la obra y se le entregó la operación a Comfenalco Tolima, que durante cuatro años lo ha administrado con eficiencia.

El parque tiene un área de 9.500 metros cuadrados y cuenta con una plaza memorial, salas interactivas y un parque de agua. A través de la realidad virtual se aprende sobre los volcanes y sobre gestión de riesgo; además, hay un espacio para divulgar la historia de Armero, antes, durante y después de la tragedia, y es una atracción turística del norte del Tolima.

El parque ha recibido inversión de manera continua. En julio, por ejemplo, la Cruz Roja Colombiana, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y la Alcaldía de Armero-Guayabal, pusieron en servicio una nueva sala que tiene por objeto poner a disposición del público de todas las edades información sobre el riesgo volcánico, con el fin de fortalecer la conciencia de prevención entre los ciudadanos.

Ahora, Comfenalco anunció que, teniendo en cuenta que expira el periodo del convenio, no continuará administrándolo a partir del 15 de octubre, motivo por el cual desde el 16 de septiembre no se presta servicio, porque se hará mantenimiento a las instalaciones.

Cuando la noticia se conoció, el presidente de la Federación de Armeritas (Fedearmero), José Alfenibal Tinoco Beltrán, expresó su preocupación, pues se desconoce si el municipio posee los recursos para operarlo. A su vez, la alcaldesa encargada de Armero-Guayabal, Cristina María Perdomo Cuéllar, dijo que se reunió con la directora de Comfenalco, Diana Lucía Reyes, para estudiar la posibilidad de firmar un nuevo un convenio.

Si no se llega a un acuerdo, se abrirá una convocatoria para buscar un operador, con el fin de ponerlo en servicio prontamente y evitar que se deteriore la infraestructura.

Es lógica la inquietud sobre el manejo del lugar, pues los municipios padecen de graves dificultades financieras y no cuentan con dependencias especializadas en la atención de estos escenarios. Es bien sabido, así mismo, que las administraciones destinan presupuesto para la construcción de obras, pero luego no apropian recursos para el mantenimiento y, así, pululan bibliotecas, parques y otros escenarios que se deterioran y quedan en el abandono.

Esperamos que se halle una solución pronta para que el parque pueda seguir en funcionamiento, ya que es un atractivo para los visitantes, una fuente de empleo para los habitantes del municipio y un lugar que le imprime dinamismo económico a la región.

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El Nuevo Día

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