Con la peatonalización de la 14 ¿aumentará la informalidad?

Para que esta alternativa no coarte los derechos de los demás ciudadanos, la Alcaldía habrá de facilitar la movilidad vehicular, pues los embotellamientos en el centro cada vez son más frecuentes y con una vía menos se incrementarán.

Ibagué es una de las ciudades con mayor desempleo e informalidad en el país. Las causas obedecen a múltiples factores, entre ellos, que el tejido empresarial está compuesto por microempresas que no tienen las condiciones para generar muchos puestos de trabajo (la mayoría son unipersonales), no existen industrias que puedan absorber la creciente mano de obra y la apuesta de los centros comerciales no es suficiente motor para impulsar la economía. 

Una de las expresiones de la alta informalidad se hace patente en las numerosas ventas ambulantes que se aprecian principalmente en el centro de la ciudad, pero que ya se tomaron plazas, parques, avenidas y barrios. Algunos comerciantes se aprovechan de la necesidad de los desempleados y en lugar de contratarlos, les entregan mercancías para que las expendan en las calles, de manera que cuentan con vendedores y no están en la obligación de brindarles salarios ni estabilidad laboral.

La mayor parte de los informales se asentaron en la carrera Tercera y a pesar de las reubicaciones que se han hecho a lo largo de los últimos años, la invasión continúa sin solución, pues persisten las condiciones que generan la alta informalidad. A finales del año pasado, la Alcaldía llegó a un arreglo transitorio con los ambulantes para que desalojaran la vía. Entre los términos acordados se estableció que a partir de enero se trabajaría en una solución definitiva para que los vendedores no la invadieran de nuevo, pero sin vulnerar su derecho al trabajo.

En estos días, la administración local expuso parte de su propuesta que consiste en que la calle 14, entre las carreras Segunda y Cuarta, se convierta en peatonal para que, en este espacio, los vendedores ambulantes puedan seguir exhibiendo sus productos. Esta solución beneficiaría a más de 130 de los informales.

Para que esta alternativa no coarte los derechos de los demás ciudadanos, la Alcaldía habrá de facilitar la movilidad vehicular, pues los embotellamientos en el centro cada vez son más frecuentes y con una vía menos se incrementarán. 

Así mismo, es preciso que persista el control sobre la Tercera para evitar que otras personas necesitadas de un sustento encuentren allí un espacio para conseguirlo. También tendrá que tener en cuenta la opinión de los comerciantes formales que verán afectados sus negocios con esta ocupación. Por último, deberá honrar sus compromisos y, bajo ninguna circunstancia, permitir una nueva invasión de la Tercera.

 

EL NUEVO DÍA

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