Debido estas difíciles circunstancias, son los que registran los peores resultados en las pruebas Saber, ya que tampoco cuentan con educación de calidad.

Estamos pasando por un momento crítico, con múltiples problemas que nos aquejan como el desempleo, la inseguridad y la sombra del conflicto armado.

Por su parte, la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, indicó que las decisiones que se toman desde la administración central no tienen en cuenta las particularidades de cada región.

Además, como parte de esta alianza exitosa, próximamente, 25 estudiantes del Conservatorio viajarán a Cremona para llevar a cabo una práctica.

El ente disciplinario recomendó, además, a las alcaldías de Ibagué y Cajamarca que incorporen la gestión del riesgo en la revisión o aprobación de sus respectivos planes de ordenamiento territorial.

Ojalá este esfuerzo cuente con el respaldado de los docentes, los directivos y los padres de familia y que sea un propósito de largo aliento, para que las nuevas generaciones de ibaguereños lo puedan disfrutar.

El año pasado, el desfile nacional resultó un completo desastre, motivo por el cual causó enorme rechazo entre los ibaguereños, porque primaron el desorden, el descontrol, la basura, el exceso de licor, las riñas y los alicorados.

Confiamos en que los compromisos del ministro de Defensa se honren y que los tolimenses, especialmente de los municipios del sur, recobren la tranquilidad.

Ciertamente, el Tapa Roja no la tendrá fácil, debido a la apertura de fronteras que permitió el ingreso de competidores fuertes como el Néctar, el Amarillo y, en poco tiempo, el afamado Antioqueño, pero el saneamiento de las deudas de la licorera es un buen inicio para su recuperación.