Caracol Africano: una amenaza silenciosa en el Tolima, ¡tenga cuidado!

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍA El caracol Africano es una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
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Es frecuente encontrar esta especie en casas, colegios, puestos de trabajo y parques públicos.
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Hace unas semanas, la Corporación Autónoma Regional del Tolima, retiró de una vivienda en El Espinal, 10 kilogramos de lo que comúnmente se conoce como Caracol Africano, una especie que afecta gravemente la ecología y la salud de las personas.

Esta Jornada de recolección, que se realizó de la mano de la comunidad y de la Secretaría de Salud Municipal, evidencia un problema del que poco se habla, pues si bien este molusco puede parecer inofensivo, en realidad es una especie invasora que produce considerables efectos negativos.

“Muchas veces uno va caminando por las zonas verdes y ve que hay caracoles de esos pequeñitos, pero uno ya sabe que no hay que molestarlos porque pueden llegar a ser peligrosos”, afirma Gladys Arévalo, habitante del barrio Santa Ana.

La señora Arévalo ha tenido que convivir por periodos intermitentes con este molusco, pues su casa, al igual que muchas otras, queda ubicada junto a jardines o zonas donde abunda su aparición.

Se sabe que el Caracol Africano llega al país de manera premeditada, producto del tráfico ilegal de fauna silvestre. De hecho, el Ministerio de Ambiente aseguró que desde la década de 1960 existía información sobre la presencia de este molusco.

Su llegada al Departamento del Tolima, o por lo menos la primera vez que se dio un reporte de su presencia, sucedió en el municipio de Purificación. De ahí en adelante, la especie se propagó rápidamente por toda la región, hasta actualmente hacer presencia en 13 municipios.

La principal razón por la cual esta es considerada como una plaga, se debe a que desplaza a las especies nativas, causa daños considerables al ecosistema y provoca efectos en la economía, al hacer que se pierdan los cultivos.

“Su peligro, se debe a una combinación de factores relacionados con su historia natural, como una alta tasa reproductiva, capacidad fisiológica de resistir cambios climáticos, pocos depredadores naturales, alta tasa de consumo de material vegetal y un amplio rango de uso de recursos alimentarios que incluye consumo de frutas frescas y en descomposición, trozos de pared, materia fecal humana y de animales, gramíneas, hojas secas, lodo y semillas”, explica Jorge Turriago, quien es Biólogo del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre.

Según la norma 654 del 2011, designada por el Ministerio de Medio Ambiente, las Corporaciones Autónomas Regionales, son quienes deberán adelantar las medidas para el manejo, prevención y control del caracol gigante africano. Es en ese orden de ideas que Cortolima viene adelantando acciones para detener la propagación de esta especie, por medio de jornadas de recolección, así como campañas de concienciación.

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Efectos en la salud

Según un estudio publicado en el 2019, por parte de La Universidad Cooperativa de Colombia Sede Ibagué – Espinal y Cortolima, la baba y el excremento producido por el Caracol Africano, contiene bacterias y parásitos que pueden causar efectos adversos sobre las personas que hayan tenido algún tipo de contacto con esta especie.

“Los caracoles africanos son potencialmente transmisores de enfermedades zoonóticas, que en algunos casos pueden ser graves para el ser humano”, afirmó Mauricio Jaramillo, veterinario de Cortolima. 

Adicionalmente, Jaramillo recomendó a la población, el abstenerse de consumir este molusco, puesto que por su naturaleza peligrosa, estos pueden causar graves afectaciones a la salud.

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