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El hecho se conoció por medio de un video, en donde el representante, realizaba algunos actos de campaña, el pasado miércoles, en la ciudad de Pereira; en el encuentro, Vallejo tuvo un momento de sinceridad y expresó: “Si mal político es pedir contratos, si mal político es exigir coimas, si mal político es exigir comisiones, si mal político es olvidarse de rendir cuentas y escuchar a la ciudadanía, soy el peor político de todos. Si ese es el significado de ser mal político, soy muy mal político”.
De inmediato en la redes respondieron contra las palabras del congresista; uno de ellos fue el joven activista Juan Felipe Lozano, quien en su twitter hizo mención al reprochado congresista:
¡Hace un año yo denuncie públicamente al congresista @GabrielJVallejo por actos de corrupción!
— Juan Felipe Lozano 🖋 (@juanfe_lozano) January 13, 2022
Ahora es el mismo congresista @GabrielJVallejo quien en un ataque de sinceridad admite ser un corrupto mas...
¡Gabriel Vallejo es de los congresistas que debemos sacar este 2022! pic.twitter.com/Rb52z62QGS
El video también fue publicado por Johana Fuentes, editora general adjunta de la WRadioColombia:
“Si mal político es pedir contratos, si mal político es exigir coimas, si mal político es exigir comisiones, si mal político es olvidarse de rendir cuentas y escuchar a la ciudadanía, soy el peor político de todos”: @GabrielJVallejo teniendo un ataque de sinceridad. pic.twitter.com/Sjw1r6kg79
— Johana Fuentes M. (@JohaFuentes) January 13, 2022
Horas después, Vallejo en su cuenta de twitter, publicó dos fotografias donde presentó su código de ética y manifestó que lo dicho en el video, no era más que un ‘lapsus’, un error que tuvo en ese momento:
Aquí nuestro Código de Ética que le presentamos a los risaraldenses y a los colombianos. Lo importante no es el lapsus que tuve ayer en medio de la presentación, lo importante es el compromiso ético que asumimos como servidores públicos! pic.twitter.com/1oiRuWQBMR
— Gabriel Vallejo Chujfi CD101 (@GabrielJVallejo) January 13, 2022
Gabriel Vallejo también estuvo implicado con la polémica que se desató con las reuniones privadas entre el sector privado para influir en el paro nacional; poner en marcha la militarización de la ciudad; la conmoción interior y presión a los medios de comunicación, para desarticular el movimiento social, por medio de pauta.
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