La apuesta de Fico por el campo: “Agrosocial, por una Colombia sin hambre”

Crédito: Archivo / El Nuevo Día
Hoy Colombia enfrenta uno de los más grandes desafíos de su historia. La pandemia dejó más de 21 millones de personas en la pobreza, un incremento de 3,5 millones de colombianos en esta condición respecto a la situación antes del Covid-19.
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Adicionalmente, la crisis mundial de abastecimiento, profundizada por la invasión de Rusia a Ucrania, tiene al planeta entero a las puertas de un escenario preocupante, en el cual aparece el hambre como principal amenaza.

Federico Gutiérrez aborda directamente esta problemática con su propuesta “Agrosocial: por una Colombia sin hambre”, mediante la cual convierte al campo en la herramienta más poderosa para erradicar la pobreza del país, mitigar la inflación y, a su vez, llevar bienestar a los habitantes rurales.

Para hacer realidad los 6 ejes temáticos de esta propuesta, se requiere de la inversión más alta de la historia sobre el campo colombiano, destinando 36 billones de pesos en los próximos 4 años. Sólo en vías terciarias, la apuesta es intervenir 18 mil kilómetros subiendo de 1 a 3 billones anuales la inversión, para que los campesinos puedan sacar sus productos al mercado con un menor costo y en un menor tiempo. Además, para frenar la migración del campo a la ciudad, se invertirá también en acueductos rurales, centros de salud, mejoramientos de vivienda y vivienda nueva y escuelas, colegios y centros de educación superior, con programas de formación pertinentes para el campo.

La promoción del turismo rural será la herramienta más eficaz para que jóvenes y mujeres rurales prefieran quedarse en el campo, antes que migrar a las grandes ciudades. En las experiencias vivenciales (avistamiento de aves, senderismo, etc.), la gastronomía local y los alojamientos típicos, estarán las oportunidades de empleo y de ingreso para que el campo sea atractivo para sus pobladores.  

Colombia debe caminar a grandes pasos hacia la seguridad alimentaria, es por eso que la propuesta agropecuaria de Fico pretende empezar a sustituir las 12 millones de toneladas de alimentos que hoy se importan, aumentando la productividad de los productores agropecuarios; esto es producir más, con los mismos recursos y a un menor costo. Subir aranceles a las importaciones, como lo propone otro candidato, sería castigar aún más a la población más vulnerable del país, encareciendo la canasta básica familiar.

Para lograr el aumento de la productividad se hará una inversión superior a los 6 billones de pesos en distritos de riego y sistemas de riego intrapredial. El gobierno de Fico concluirá las grandes obras que hasta hoy continúan siendo elefantes blancos en departamentos como La Guajira, Tolima y Huila. Con acceso a riego la productividad de esos terrenos puede aumentar hasta en un 70% respecto a los niveles actuales. La cobertura de riego en el país pasará de 6% a 11% en sólo 4 años, acercándonos a niveles como los de Argentina o Brasil.

Fico quiere integrar a los pequeños productores del país en las cadenas de valor. Es así como, mediante los esquemas asociativos, nuestros campesinos podrán acceder a créditos con tasa cero de interés, a tecnologías de producción y a mercados de mayor valor de forma directa (sin intermediarios), juntándose mediante alianzas productivas con medianos y grandes productores. En dichas alianzas los compradores o transformadores de materias primas jugarán un rol fundamental.

La propuesta tiene también un profundo componente social pues pretende, mediante la educación, dignificar la vida de los campesinos y de los habitantes rurales en general. Programas de formación pertinente, que los conviertan en extensionistas para transmitir el conocimiento en temas relacionados con la seguridad alimentaria y el turismo rural, permitirán no sólo generar fuentes adicionales de ingreso para sus familias, sino también producir su propio alimento, solucionando así el problema del hambre en el campo y mitigando la inflación alimentaria del país.

Finalmente, la ampliación de la frontera agrícola que propone Fico (sin talar un solo árbol) en la Orinoquía, aumentando en 350 mil hectáreas la producción de maíz y soya, además de los nuevos proyectos de portafolios exportables como Aguacate Hass y Limón Tahití, va a requerir de mucha mano de obra, difícil de encontrar hoy en el campo colombiano (sólo la apuesta en la Orinoquía generaría 70 mil empleos directos). Es por esto que Fico propone hacer realidad la iniciativa “Campo por cárcel” mediante alianzas público-privadas, en la cual presos de baja peligrosidad puedan purgar su pena trabajando en proyectos productivos. Esta es una apuesta audaz que permitiría, no sólo suplir la mano de obra para aumentar la producción nacional de alimentos, sino que también promovería la dignificación y resocialización de los presos, además de aportar una solución al problema de hacinamiento carcelario. Parte de los ingresos generados se destinarían a financiar la manutención de los presos y otra fracción iría dirigida a las familias de los presos que hagan parte de la iniciativa.

Llevando a cabo esta profunda intervención social y productiva del campo, Colombia pasará del estado actual de incertidumbre y amenaza de hambre por los acontecimientos mundiales, a convertirse en una de las principales despensas alimentarias del planeta, mejorando sustancialmente la rentabilidad y la calidad de vida de nuestros productores agropecuarios y habitantes rurales. Es muy probable que, en un par de décadas, el próximo fenómeno migratorio tenga un sentido inverso al actual y que muchas personas que hoy viven en la ciudad se estén desplazando al campo a hacer parte activa de los proyectos productivos, de los programas de turismo rural, o sencillamente, quieran llevar una vida tranquila, sabiendo que cuentan con todos los servicios fundamentales para vivir bien. 

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Redacción Generales

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