La promoción de los estilos de vida saludables se convierte en un aspecto muy importante en la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, el apoyo psicosocial complementa las acciones para la protección no sólo de los niños, sino de toda la familia. La secretaria de Salud del Tolima, Sandra Liliana Torres Díaz, habló sobre el tema.

¿Cómo abordó el tema de la prevención de las violencias en 2017?

Para el Gobernador del Tolima la integridad de los niños, niñas y adolescentes es muy importante, por eso con la Secretaría del Interior nos dimos a la tarea de generar una estrategia departamental para abordar la problemática. Así nació la campaña de prevención en el Tolima ‘Los niños y las niñas se respetan, no más abuso sexual y maltrato’.

Esta campaña nos dio muy buenos resultados y esperamos en este año fortalecerla y trabajar de forma articulada con entidades como la Fiscalía, Medina Legal, ICBF, Procuraduría Regional, Comisarías de Familia y Defensoría del Pueblo, entre otras.

Tenemos claro que no sólo podemos generar entornos saludables con los modos y estilos de vida saludables, también tenemos que llegar con un componente grande psicosocial.

¿El inicio de la campaña fue difícil?

El punto de partida fue el caso de Sarita en Armero – Guayabal, que conmocionó a todo el país. A partir de ahí nos dimos a la tarea a trabajar técnicamente con los municipios para articularnos y fortalecer la ruta de atención a víctimas y los comités consultivos, herramientas que la ley nos da para abordar esta problemática. Iniciamos y con ello los casos comenzaron a aparecer. Yo creo que logramos sensibilizar a la comunidad y generar la denuncia.

¿Qué son los comités consultivos que tienen que funcionar en los municipios?

Este comité es muy importante para que las autoridades municipales atiendan las víctimas de abuso y activen la ruta de atención para prestar un apoyo integral no solo al niño afectado, sino a toda la familia. De 47 municipios, estos comités funcionan en 39.

¿Cuál es la metodología de trabajo?

Nosotros trabajamos en 5 líneas. La primera es la sesión del comité departamental y las mesas de trabajo institucional. La segunda, son las sesiones de este comité de forma ampliada en algún municipio. En 2017 los hicimos en Venadillo, Coyaima y Purificación. La tercera, es la visita de campo que hacemos para el seguimiento de los casos, la cuarta, es el desarrollo de las unidades de análisis, y la última, es el desarrollo de la matriz de análisis de información y reporte de acciones institucionales en los casos.

¿Es débil la operativización de estos comités consultivos en los municipios?

El año pasado nos dimos a la tarea de socializar en todo el departamento la importancia de tener conformado y activo este comité. Con el Icbf dimos a conocer la normatividad, pero lo más importante, la articulación que debe existir entre sus miembros para poder brindarles el apoyo integral a las víctimas.

¿Y se logró el objetivo?

En 2017 trabajamos junto con la Secretaría del Interior. El Gobierno departamental reaccionó de inmediato frente a los casos de violencia contra nuestros niños y niñas, y fue así como estuvimos presentes en los municipios y salas de urgencia de nuestros hospitales.

Después de esto estuvimos presentes en algunos comités consultivos para conocer de cerca las fortalezas y debilidades de este mecanismo de seguimiento, junto con el Icbf y la Procuraduría Regional. Tenemos que mejorar en muchos aspectos, especialmente en la activación de la Ruta de Atención. Necesitamos que todas las entidades trabajamos más sintonizadas. Espero que este año mantengamos este mismo entusiasmo, compromiso y rigurosidad.

¿En qué consiste la activación de la ruta de atención?

La ruta de atención a víctimas contra cualquier tipo de violencias (el abuso es una de ellas) es el camino que todos debemos seguir para que las víctimas reciban la atención integral y de inmediato que se necesita. Y al mismo tiempo, las entidades realicen su trabajo en el momento que es.

¿Es verdad que esta ruta tiene un reconocimiento en el país?

Sí. Hay un reconocimiento por parte del Ministerio sobre el trabajo que desarrollamos al lograr elaborar y socializar esta ruta con la comunidad indígena Nassa Wessx en Planadas. Líderes de la comunidad nos ayudaron a plasmarla en su idioma y luego realizamos una socialización en las sedes Educativas de La Palmera y La Floresta. Fue un trabajo muy gratificante.

¿Han tenido en cuenta a los hospitales?

En 2017 aplicamos un instrumento para la atención en salud a víctimas de violencia sexual. Con este trabajo, evaluamos a los hospitales y nos dimos cuenta que hay debilidades en el desconocimiento de la normatividad para la atención a víctimas.

Detectamos que el tema no es solo de la parte asistencial del hospital, sino también administrativo porque ellos deben tener claro en sus planes de inducción que su personal debe conocer esta norma para atender a las víctimas. Así mismo debemos trabajar en la disminución de los tiempos de referencia y contrarreferencia en estos pacientes.

Frase

“Afuera hay muchos niños, niñas y adolescentes en peligro. Debemos tener todas las autoridades la misión de protegerlos y el compromiso de continuar realizando muy bien la tarea”, Sandra Liliana Torres Díaz, secretaria de Salud del Tolima.