Proyectos de apartamentos con más de 10 pisos preocupa a residentes de Calambeo

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
La comunidad del sector de Calambeo reafirmó su preocupación por cuenta de los múltiples proyectos de vivienda y torres de apartamentos, que a su juicio, podrían colapsar esta zona y generar perjuicios ambientales y culturales. Constructora refuta lo expuesto en las denuncias.

La expansión urbana en Ibagué es un hecho con los múltiples proyectos de vivienda, a variedad de precios, que hoy por hoy se pueden encontrar en diferentes sectores; sin embargo, en el barrio Calambeo la aparición de grandes proyectos que implican edificios de más de 10 pisos, tiene en alerta a algunos residentes del sector, ante la falta de garantías, que aseguran, existe en términos de conservación del entorno.

Con una carta abierta los vecinos de Calambeo y quienes indican están ejerciendo una veeduría ciudadana del sector, temen que estas edificaciones tengan implicaciones en la granja San Jorge, considerado bien de interés cultural por el Ministerio de Cultura. 

Asimismo, que se genere un problema con el abastecimiento de agua, teniendo en cuenta que el lugar funciona con un acueducto rural, toda vez que no se encuentra dentro del perímetro sanitario del Ibal, sumado a que solo existe una única vía de acceso. 

La comunidad, en el documento, pone en conocimiento posibles afectaciones al patrimonio cultural, impacto ambiental e inconsistencias jurídicas con la puesta marcha de estos proyectos de vivienda, particularmente dos que se encuentran metros más adelante del Colegio Eucarístico. 

Por medio de una misiva, los veedores hacen mención al proyecto de Construservicios B & H, ubicado en el antiguo Mi Botecito, que lleva el mismo nombre y que pretende hacer dos torres de más de 20 pisos, así como el proyecto de Maca Constructores S.A.S. y Cimcol S.A denominado Foresta, el cual está compuesto por 6 torres de 12 pisos. 

No obstante, estos dos proyectos no son los únicos en el sector, en un recorrido de EL NUEVO DÍA, se pudo evidenciar que actualmente están activos cerca de 4 proyectos, todos con la oferta de viviendas con espacios naturales. 
¿Impacto ambiental?

La comunidad insiste que con las grandes construcciones y el alto número de personas que llegarían, también se estaría impactando la zona ecológica de Calambeo, a la que califican como el ‘último pulmón de Ibagué’. 

“Inferimos en que la construcción de torres de apartamentos y viviendas de más de dos pisos, con el consecuente descapote y tala de árboles, además del incremento del flujo vehicular, afectarían considerablemente tanto la diversidad de fauna y flora, así como las fuentes hídricas, el cambio climático y la memoria histórica y cultural que guarda la antigua granja San Jorge”, reseña la comunidad a través del documento.

Al respecto, el concejal y miembro del Comité Ambiental, Jaime Tocora, indicó que desde diciembre de 2019 viene escuchando a la comunidad y señaló que es de “alta preocupación” lo que allí se adelanta. Tocora no descartó que la situación se lleve a un debate de control político donde se citen a las autoridades pertinentes en el tema.  

“Vemos que hay una afectación supremamente grave a las más de 130 hectáreas que se encuentran en esa zona, que son de especial protección por su recarga hídrica y por la posibilidad que tiene de ser un centro de conectividad biológica para la ciudad y el hábitat de varias especies que se van a ver amenazadas por ese tipo de emprendimientos”, indicó Tocora.  

El cabildante además resaltó que Ibagué conserva el 29% de aves de todo el país, por ello, la necesidad de que se puedan hacer las denuncias y control correspondiente. 

 

Concepto de Planeación 

 
El secretario de Planeación, Juan Felipe Bonilla, indicó que en la actualidad en el sector de Calambeo, existen diferentes lotes urbanizables no urbanizados y cuya altura para construir es libre; sin embargo, no descartó se pueda empezar a revisar dicho tema en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT. 

Asimismo, el funcionario hizo claridad en que son las curadurías urbanas, “quienes deben velar por el manejo adecuado de la densidad de la población en el sector”.

Cabe recordar, que en 2016 con la circular 001 de octubre 13 expedida por Planeación, se derogó la circular 2015-001 del 13 de marzo de 2015 en la cual se cambiaba el uso del suelo de la zona de Calambeo, devolviendo la categoría residencial primario al sector y no habilitado para vivienda multifamiliar y comercial.

 

El convenio para el agua

 
Otra de las preocupaciones de la comunidad del barrio Calambeo, es cómo se van a surtir de agua estos proyectos, teniendo en cuenta que el suministro llega a través del acueducto rural.

Frente al tema fue la misma constructora Maca Constructores S.A.S. y Cimcol S.A, quien manifestó el interés de apoyar la optimización de la red de distribución del distrito Dos, a través de la infraestructura existente del Ibal. 

Los argumentos de la constructora para poner en marcha dicho trabajo, tuvieron razón en mejorar la distribución del caudal y la ampliación de la cobertura sin salir del perímetro. 

Propuesta a la que dio su visto bueno Juan Carlos Núñez, líder de la Gestión de Acueducto y hoy en día gerente del Ibal, respaldado por José Alberto Girón, quien fungía para ese entonces como gerente, y que se plasmó en un convenio de asociación del 23 de agosto del 2018, por $687 millones en donde la constructora aportaba $587 millones y el Ibal los $100 millones restantes. 

Convenio al que mediante una modificación se sumó Dyco S.A.S con el proyecto Morada Pinaos. 

Sin embargo, en noviembre de 2019 dicho convenio fue suspendido por la misma constructora, por cuenta de los trámites de la licencia de construcción que Maca Constructores S.A.S. y Cimcol S.A, se encuentran adelantando. Una vez expedida la licencia se le dará continuidad a la ejecución de las obras. 

 

Constructora se defiende

Esta redacción se comunicó con los representantes legales de Maca Constructores S.A.S., dueños del proyecto Foresta, quienes a través del arquitecto del proyecto, Héctor Díaz, defendieron la construcción que se adelanta y de la que aseguran cumple con todos los requisitos legales. Frente a la problemática del agua, Díaz indicó que inicialmente firmaron un convenio con el acueducto comunitario Ascala, en el que se pagarían $1.300 millones para optimizarlo, mejorar la planta de tratamiento y surtir a las más de 600 viviendas de su proyecto; sin embargo, ante la oposición de parte de la comunidad, recurrieron al Ibal, quien también dio vía libre a la iniciativa con el convenio firmado en 2018, que traerá agua desde la calle 19 con Guabinal y de manera adicional conectará el sistema de alcantarillado con el colector de aguas residuales que está a 100 metros abajo del proyecto.

“Recurrimos al Ibal, por lo cual se firmó un convenio donde podíamos entrar varias constructoras con el compromiso que las trajéramos (la tubería) desde la avenida Guabinal con calle 19, este convenio fue firmado en el 2018 y Pinaos Dyco S.A.S ya hizo la primera parte, nosotros tenemos el compromiso de hacer la segunda, pero no lo hemos hecho, la constructora solicitó que se aplazara la ejecución de la obra, porque no teníamos las licencias de construcción terminadas y aún no había salido el permiso del Ministerio, está suspendida su ejecución, pero no el convenio”, acotó el profesional. 

Mediante documentos, la constructora, teniendo en cuenta que colinda con la granja San Jorge (BIC), solicitó autorización para la construcción, misma que fue autorizada a través de la resolución 2913 del 17 de septiembre del 2019 por el Ministerio de Cultura, asimismo la licencia de construcción de resolución 73001-1-19-0683 de noviembre de 2019, la cual fue ejecutoriada por la Curaduría Urbana Uno, el 16 de diciembre de 2019.

“Tenemos todo en regla, todas las licencias ejecutoriadas, quiero aprovechar la oportunidad para darle tranquilidad a nuestros compradores, decirle a los que confían en nuestra constructora que el proyecto ya arrancó, ya se está haciendo”, resaltó el arquitecto.
 Ante lo expuesto por los veedores, la constructora hizo el llamado para que se “desarmen”, esto ante lo que aseguran es “un beneficio” para el sector. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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