El Reino de Dios, no admite disculpas

TOMADA DE INTERNET-EL NUEVO DÍA
«Dirigió Dios su palabra a Juan hijo de Zacarías en el desierto. Recorrió entonces toda la región que está a lado y lado del Jordán llamando a todos a convertirse y a bautizarse para obtener el perdón de los pecados, según está escrito en el libro del profeta Isaías: « Una voz grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor!

«Dirigió Dios su palabra a Juan hijo de Zacarías en el desierto. Recorrió entonces toda la región que está a lado y lado del Jordán llamando a todos a convertirse y a bautizarse para obtener el perdón de los pecados, según está escrito en el libro del profeta Isaías: « Una voz grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor! ¡Ábranle vías rectas! Toda hondonada debe rellenarse, todo cerro y colina rebajarse. Que lo torcido se enderece, que se allanen los senderos escabrosos. Y verán todos los mortales la salvación que trae Dios.»  Lucas 3, 1-6.  No es común escuchar decir: Todo se debe a la Palabra.  Pues bien, Dios nos presenta su Palabra como el modelo y soporte de todo lo que ha acontecido hasta nuestros días.    El profeta Baruc 5,1-9 “contempla a los hijos de Jerusalén que vivían en el destierro” "convocados desde oriente a occidente por la Palabra del Santo y disfrutando del recuerdo de Dios". El apóstol San Pablo en su carta a los Filipenses 1,4-6.8-11 muestra su alegría por la colaboración que han prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy; es decir, a la Palabra de Dios es Buena Nueva para los hombres.  

La Palabra de Dios, debe ser para cada uno de nosotros, la fuente principal para adentrarnos en el Misterio de Dios; el punto de reflexión para edificar nuestra personalidad;  el medio por el cual navegan nuestros sentimientos, nuestros afectos, nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestro caminar.  La Sagrada Escritura presenta la Palabra con su fuerza creadora, La Palabra es unificadora: La Palabra es personalizada y a la vez comunitaria.  Es personal porque Dios la dirige hacia ti, y es comunitaria, porque ella misma te indica el camino a vivir en comunión con los demás. Existió un hombre maravilloso que hizo resonar su voz en el desierto, nos permitió saber que al Hijo de Dios se le recibe desde la conversión, su Reino es exigente: Todo lo que esté torcido se debe enderezar.  Cuida tu salud: Prepara tu corazón para el nacimiento del Salvador del mundo. 

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