La emergencia sanitaria mundial cambió totalmente la agenda cultural del país que se caracteriza por su diversidad de Festivales, dentro de los que se destaca el de Música Colombiana.

Sin duda, este cambio representó un antes y un después en la historia de la Fundación Musical de Colombia, que tuvo que aplazar la festividad a unos pocos días de su inicio, cuando ya se tenía toda la logística e inversión ejecutada. Esto dejó grandes afectaciones económicas en la entidad, que sigue tratando mantenerse a flote.

No obstante, ante esa necesidad de reinvención, después de este imprevisto abismal, se concertó con el Ministerio de Cultura su ejecución virtual en el mes de octubre.

E.N.D: ¿Cómo hicieron para sobreponerse a ese golpe que representó la cancelación presencial del Festival?

D.M: Fue el único festival apoyado por el Ministerio de Cultura que quedó en esas circunstancias, al borde de su realización porque se aplazó el 14 de marzo, literalmente a poquísimas horas de que empezaran a llegar las primeras delegaciones, de los más de 700 participantes que teníamos.

Esto quiere decir, que el presupuesto asignado por el MinCultura, la Gobernación del Tolima, y la Alcaldía de Ibagué, estaba ejecutado, comprometido en un 100%.

Para mí personalmente como fundadora de la institución, es el golpe emocional más duro que he recibido en mi vida. Para nadie es fácil asimilar ver que de la nada se derrumbara el fruto y resultado del trabajo, esfuerzo y sacrificio de ocho meses.

E.N.D: Este trabajo, en cierta medida debió ser transformado porque ahora el Festival se va a realizar de manera virtual, ¿cómo fue el camino a esta transición, el tener que hablar con el Ministerio de Cultura y las entidades para que se pudiera hacer de esta forma?

D.M: Primero fue la negación total. ¿Qué pensamos todos en marzo? Que esto iba pasar y que todo era desconocido. Tanto así, que cuando a mí me entrevistaron medios de comunicación de Bogotá mi primera reacción fue decir que el primer puente de junio lo estaríamos realizando, pero luego nos dimos cuenta de la dimensión de la pandemia.

Hemos encontrado un apoyo y acompañamiento constante del Ministerio de Cultura. Tenemos que empezar por algo bien doloroso, que es cancelar toda la contratación que se haya hecho, siendo esto un proceso tan complejo, y empezar para hacer un nuevo festival. 

Así que en lo musical nuestro propósito es cumplir con la programación o metas propuestas en el proyecto original del MinCultura, de las cuales nos hemos comprometido a cumplir seis de ocho.

Lo que teníamos claro desde un principio, es que el Festival lo realizábamos en el mes de octubre para el cumpleaños de Ibagué, y la segunda cosa fue actualizar el Consejo Ejecutivo de la Fundación, a fin de que haya un soporte interno para ayudarme a dar ese salto hacia la virtualidad. Entre esos términos la semana pasada se eligió un nuevo consejo y se nombró al doctor Efraín Valencia como nuevo director Ejecutivo, y al maestro Luis Enrique Aragón como director Artístico.

END: Este año se desarrollaría el Primer Encuentro de Gestores Culturales, ¿se seguirá manteniendo? Y en cuánto a la programación, ¿cuáles son esos cambios que se van a dar?

D.M: Vamos a realizar el Encuentro Nacional de Directores de Festivales con el acompañamiento y producción de la Universidad del Tolima; el Encuentro Nacional Universitario bajo producción digital de la Universidad de Ibagué, y el Concurso Cantalicio Rojas se ha concertado con el Sena Tolima.

Y la Fundación directamente hará la producción del Concurso Nacional de Duetos ‘Príncipes de la Canción’ y del Concurso Nacional de Composición ‘Leonor Buenaventura’. Estamos cotizando con tres canales de televisión para saber quién nos da la mejor cobertura y las mejores condiciones económicas, para que los dos principales eventos sean transmitidos por un canal nacional, y nuestro canal ibaguereño estará acompañándonos durante todo el Festival.

E.N.D: ¿De qué manera se puede sumar la gente para apoyar el Festival?

D.M: Es importante que el público conozca cómo funciona una fundación sin ánimo de lucro. Una cosa bien diferente es que el MinCultura, la Gobernación del Tolima, y la Alcaldía de Ibagué, aporten para la celebración del Festival, y otra cosa es que la entidad que lo realiza reciba algún recurso de estos para su funcionamiento.

De tal manera, que estas organizaciones sin ánimo de lucro necesitan para poder funcionar, sus propios recursos. ¿Y cuáles son estos? Primero que todo las donaciones, cuando uno habla de un bono de apoyo es una donación, también hace parte de los recursos propios la venta de boletería y los patrocinios.

Sin festival, no hay venta de boletería, donaciones, ni patrocinadores; eso quiere decir que la Fundación no es ajena a todo lo que están viviendo las entidades culturales y las empresas medianas y grandes.

No hay con qué pagar la nómina de las dos empleadas y del aprendiz del Sena que tenemos, no hay para ningún gasto, y es una situación grave porque tenemos que seguir trabajando.

Entonces necesitamos el apoyo de las personas que reconocen nuestro trabajo, y lo único que tenemos son los discos que cada año se le graban a los duetos ganadores, que son de colección, y el álbum musical que comprende la compilación de la obra musical de los 25 duetos que han ganado el Festival.

¿Cómo nos pueden ayudar? Comprándonos esos discos como bonos de apoyo, en los que por $50.000 les vamos a entregar un álbum y un cancionero oficial de este año, lo hacemos llegar a domicilio.

E.N.D: Seguimos en la incertidumbre de saber hasta cuándo va a durar esta pandemia, ¿se ha pensado en la posibilidad de que el año entrante el Festival sea virtual?

D.M: No, sinceramente estamos totalmente enfocados en sacar nuestro festival del 12 al 18 de octubre. Toda nuestra energía la tenemos en eso. Pero desde luego esa decisión tenemos que tomarla entre julio y agosto con el Ministerio de Cultura, porque ellos tienen unas fechas exactas en las que se debe presentar el proyecto.

Nuevas direcciones

E.N.D: ¿Qué representa para usted y para la Fundación esta nueva directriz a cargo de Efraín Valencia como director Ejecutivo, y cómo serán esas tareas repartidas?

D.M: Los roles los tenemos clarísimos, siempre ha habido un director Ejecutivo y ahora hay gran expectativa frente a lo que representa Efraín Valencia: su juventud, talento y energía, todo es un gran tesoro en estos momentos de apoyo para mí.

Es claro que el confinamiento va para largo y que ya no puedo estar presencialmente en la oficina manejando todo este engranaje, así que en muchas cosas va a estar Efraín, pero tengo en mi mente, corazón, alma y vida lo que es el Festival Nacional de la Música Colombiana, y mientras Dios me dé vida y salud; las directrices, el conocimiento y la experiencia que tengo en el manejo seguirá vigente.

Da toda la tranquilidad encontrar ese apoyo en Efraín e igualmente en el director Luis Enrique Aragón. Ambos son mi mano derecha, entre todos vamos a sacar adelante este festival.