“Tengo nervios al sentir que en la novela hay mucho de mí”, Juanita Balcázar Sánchez

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con Juanita Balcázar Sánchez, ganadora del tercer Premio de Novela Jóvenes Talentos con su libro ‘La promesa de la semilla’.

Desde que el Grupo Planeta y la Librería Nacional decidieron unir fuerzas para incentivar la escritura creativa dentro de los jóvenes colombianos a través del Premio de Novela Jóvenes Talentos, han recibido cientos de manuscritos de distintas partes del país, y en sus tres primeras ediciones han sido las mujeres quienes se han llevado este galardón.

En su última edición, 2019, Paula Juanita Balcázar Sánchez, de 17 años, logró quedarse con el premio gracias a su novela ‘La promesa de la semilla’, que hace algunas semanas fue publicada.

Una historia que transcurre en Colombia, que atraviesa el siglo XX en Bogotá y diversas poblaciones del país azotadas por las fuerzas ciegas de una violencia, cuyas heridas aún hoy permanecen abiertas. Es la mirada a la vida íntima de varias generaciones de una familia que se reconstruye a partir de la presencia de sus protagonistas: María, Ester, Cecilia, Antonia y Carlota, la heredera, el alma vieja de los Baracaldo.

Esta joven bogotana desde pequeña jugaba en la biblioteca de su casa, leía los libros al revés y llenaba cuadernos con rayones pensando que escribía. Antes de que aprendiera a leer y escribir, dibujaba historias que exponía a su familia y así se hizo amante de la pintura. Descubrió que la literatura era su vocación con la escritura de esta saga familiar.

 

Su primera y galardonada novela

 -¿Por qué ‘La promesa de la semilla’?

Fue en realidad lo último que puse. Cuando terminé la novela y la empecé a leer, sentí que era algo que se repetía a lo largo de la historia sin planearlo, que se fue formando por sí solo. Me di cuenta que el concepto de la semilla como el principio de la vida y a la vez el final, era lo que quería explorar en el tema de la familia.

-¿Existió trabajo de investigación para escribir esta novela?

Fue más de escuchar. Me puse a preguntarle mucho a mis abuelos, mis tíos y mis tías de sus vidas, cómo eran las dinámicas familiares, lo cual me parecía muy interesante y cada vez les preguntaba más.

Mis abuelos, por ejemplo, venían de unas familias gigantescas viviendo en el campo, lo cual retrato en la novela con mucha ficción, pero con la intención de mostrar cómo el concepto de familia evoluciona, cómo van cambiando las relaciones entre padres e hijos a través del tiempo.

-¿Una investigación familiar?

No sólo con mi familia, también le preguntaba mucho a personas cercanas porque me interesaba mucho el tema y con mucha gente terminaba hablando de temas familiares.

Pero la mayor parte fue con mi familia. Por eso, dentro de los agradecimientos del libro están mis abuelos. Mi abuelo suele quedarse después del almuerzo hablando sobre su infancia, de cómo la gente de su pueblo iba hasta donde el alcalde para poder matar una res para una fiesta de cumpleaños.

-De esa investigación, ¿qué fue lo que más le sorprendió?

Encontrarme con familias muy grandes y que era muy marcada la relación entre padres e hijos, donde se debía obedecer a sus padres en absolutamente todo, con un sentido de obediencia casi absoluto.

Todo esto, porque yo soy de una generación donde el diálogo con los padres suele ser más tranquilo, más directo y de mayor confianza, incluso se puede llegar a debatir si no se está de acuerdo con alguna decisión, donde tienes todos los recursos para el libre desarrollo de la personalidad.

-¿Todo pasado fue mejor?

En realidad, con quienes hablaba, no llegaba a sentir que su visión del pasado como un tiempo mejor que el presente. Para mí, lo que me intentaron decir siempre, es la importancia de conocer el pasado, para no repetir los errores en el presente.

-¿De dónde vienen sus ganas de escribir?

Creo que he sido afortunada, no solo por el poder narrativo de mis abuelos, pues he estado rodeada de personas apasionadas por la literatura. Mi papá tiene una gran biblioteca en casa, y junto a mi mamá, siempre nos invitaban a construir nuestra propia biblioteca.

-¿Qué tanto ha influido el colegio en todo esto?

En cierto sentido el colegio, siento, nos acerca a las lecturas que ayudan a la formación. Pero creo que depende de cada quien, porque en el colegio hay personas que aprovechan mucho ese tipo de formaciones, mientras que otros ven como un fastidio tener que leer.

También siento que depende mucho del acercamiento con las profesiones, porque te puedes quedar sólo con la clase, pero es más provechoso salir y hablar con ellos para tener una guía más profunda. Por eso, en la novela también agradecí al departamento de español del colegio por todas sus guías.

-¿Cómo inició la escritura de esta novela?

La vez que vi la convocatoria para el concurso. No sabía de él y me pareció muy bueno, por lo que empecé a escribir la novela a ver qué pasaba.

Yo desde chiquita había escrito cosas, como cuentos, pero nunca los terminaba, pero la excusa del concurso me permitió escribir y terminar la historia.

-¿Cuánto tiempo le tomó escribir la novela?

Fue casi un año de escritura. Mientras estaba en el colegio no tenía mucho tiempo, por lo que fue más lento el proceso, pero ya en vacaciones me concentré por completo en la escritura de la novela, escribiendo todo el tiempo.

Cuando estaba en el colegio aprovechaba cualquier momento de descanso. En los recreos me quedaba en el salón con mi computador o en una libreta.

-¿Qué ha sido lo más difícil de saber que muchas personas tienen acceso a su historia?

Ha sido un poco complicado. Tengo nervios al sentir que en la novela hay mucho de mí, en varios personajes. Conté muchas cosas de mí y de mi familia, casi sin darme cuenta, y ahora al verlo publicado no deja de darme nervios.

Allí hay mucho de cómo yo veo al mundo, de muchos temas que no son fáciles de tratar o complicados. La gente se sorprende que a mis 17 años hable del aborto en mi novela. No deja de dar susto que ciertas personas cercanas a mi vida, que tienen otra forma de ver el mundo, lo lean. Es el precio de escribir y publicar.

-De su familia, ¿quién ha leído la novela?

Mi papá la leyó en manuscrito antes de enviarlo al concurso, los demás familiares creo que aún no lo han hecho.

Mi papá fue muy tranquilo con lo que leyó. Al ser tan lector, entiende que la literatura va más allá de muchas cosas. Mi madre fue más complicada porque pensó en las personas que podrían sentirse mal. Hasta el momento no ha ocurrido nada.

-¿Ya está pensando en una nueva novela?

Ya tengo la idea para una nueva novela que empezaré en vacaciones. Novela es lo que más me gusta escribir y seguiré en este género.

Credito
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