La invitación a sentir la armonía de Laura Lambuley Ensamble el pasado martes se cumplió a la perfección; aún así, el mayor sentimiento fue el de su creadora, quien retornaba a la ciudad en que transcurrió parte de su infancia.

Frente al piano, y con cuatro, bajo, maracas y caja, esta bogotana convenció a su público de la falta que le hacía la Capital Musical en cinco años de ausencia, y por ser aquí donde vive su progenitora.

“Fue un concierto muy especial, porque regresé a una ciudad donde pasé gran parte de las vacaciones de mi infancia, casi hasta los 10 años. Vi mucha gente conocida y otra no conocida, de todos sentí gusto y recepción”, reconoció.

Y aclaró que “en cada sitio al que uno llega no se sabe cómo se va a recibir la propuesta, por ser no convencional. Es una duda, pero más una satisfacción de que en todas partes se reciba de forma diferente lo que hacemos”.

De hecho, atribuye al hecho de ser llamativa y no comercial, al igual que a la entrega de sus músicos, el éxito de su propuesta de acondicionar ritmos colombo-venezolanos con los cuatro instrumentos.

“Siempre entre todos ponemos todo en cada concierto y la gente siente la pasión y el gusto por lo que hacemos, que es importante para el artista. También, porque disfrutamos mucho lo que hacemos”, puntualizó.

Más a gusto
Lo mismo piensa el bajista de la agrupación, para quien el trato que les dio el martes la Capital Musical les dejó huella.

“La atención, el clima y la gente fueron espectaculares, además el Banco de la República se portó muy bien con nosotros y con nuestra música. Ibagué muestra mucho respeto”, dijo.

Sobre el elemento clave para gustar en el público, indica que es “toda la tranquilidad de la música, su mística y el sentimiento que transmitimos en los instrumentos, en una música que no tiene palabras y la gente la percibe”.

La tarea por ahora, según sus integrantes, es terminar en Popayán, el 30 de mayo, la gira que adelantan por el país y después planear la grabación de un segundo disco, con el que pretenden ampliar el espectro de los ritmos del interior y de fuera del país.

“Hacia ese disco se ha hecho experimentos para abrir el espectro de la música llanera; también se incluiría bambucos y otras músicas del interior y exterior”, afirmó el bajista.

Laura Lambuley es su nombre 'de pila'. Según explicó la artista, su apellido es de ascendencia francesa, por un tatarabuelo oriundo de ese país europeo.

Observe desde hoy, en la cuenta de Facebook Cultura El Nuevo Día, un videorresumen con los mejores momentos de este concierto.