Arte reciclado, apuesta de los de bajos recursos

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Cerca de 75 niños en condición de vulnerabilidad decidieron crear una obra de arte, y en lugar de recurrir al lápiz, al pincel o al óleo, se atrevieron a usar 300 envases plásticos que reunieron en más de 30 jornadas de limpieza por el sector El Codito, de la localidad de Usaquén, en Bogotá.

“Utilizamos más de 300 botellas de plástico en la elaboración de ‘kurma’ una tortuga que reúne el talento de los niños y su deseo de preservar el medio ambiente” afirmó Iván Jiménez, escultor y artista plástico de la universidad Jorge Tadeo Lozano, que guió el proyecto ecológico.

Janed Rodríguez Correa, gerente de la fundación Copevisa, que acompaña a los 75 niños en El Codito, explica que bajo el proyecto de la fundación, el cual busca prevenir la deserción escolar de estos niños por medio de la lúdica, el juego y el arte, se ideó la creación de la escultura y se organizó la recolección y limpieza de las botellas de plástico que se utilizaron en ella.

Según Rodríguez, la escultura se hizo en memoria de ‘George el Solitario’ el último ejemplar conocido de la especie de tortugas gigantes de las Islas Galápagos en Ecuador.

Para la gerente de Copevisa, es importante la labor que se desempeña desde la fundación, ya que se busca evitar que estos niños entre los 6 y 12 años, que son maltratados por sus padres, muchas veces explotados laboralmente, y que viven en condiciones de pobreza, puedan ver en el reciclaje una manera de aprender a cuidar el planeta.

“La idea era reciclar, no botar la basura, y que con la basura se puede hacer arte”, dijo la Gerente de la fundación.

De esa manera, y con la ayuda de Iván, en un término de dos semanas se finalizó la escultura de la tortuga gigante, y que hoy en día se encuentra en ‘Varsana Eco Village’ una de las 17 ecoaldeas o ‘asentamientos alternativos’ que existen en Colombia, espacios que se consolidan como una red nacional comunidades que promueven, educan, investigan y difunden estilos de vida sustentable y regenerativa.

En la aldea se trabaja por la ecología y el medio ambiente. Allí se siembran productos libres de pesticidas, y las personas que habitan en la aldea, que son vegetarianos debido a la práctica de la filosofía del yoga, se alimentan de algunos de los productos de la huerta que existe allí.

Cada 15 días realizan actividades a turistas y recorridos ecológicos que incluyen la visita a la escultura, visitan fuentes de agua, hacen retiros terapéuticos y talleres de agricultura entre otras actividades para todo público.

Finalmente, en su idea de cambiar el pensamiento de estos niños, Janed Rodríguez dijo que el apoyo de entidades gubernamentales ha sido casi nulo, ya que ha sido con recursos del extranjero, e inclusive propios que se ha logrado atender con refrigerios, talleres lúdicos y salidas didácticas a esta población infantil.

Indicó, además, que para este año se tiene planteado un proyecto de creación de un árbol gigante que sea construido con botellas de gaseosa Postobón, e invitar a la empresa para que pueda apoyar esta iniciativa, la cual año tras año vincula a 75 niños nuevos para enseñarles la importancia de reciclaje.

Credito
COLPRENSA

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