¡Apégate! es el nombre de la nueva carta que se juega el Ministerio de Cultura para que los niños de cero a 10 años de todo el país conozcan el valor de la lectura, en la voz de sus padres, maestros y/o cuidadores.

Con dicha estrategia, presentada por la jefe de la cartera, Mariana Garcés Córdoba, se pretende incentivar la lectura en voz alta a los más pequeños en espacios como el hogar, el colegio y otros espacios dedicados a la formación y el cuidado infantil.

La intención principal de esta movilización literaria es dedicar como mínimo 15 minutos diarios a este ejercicio, en la comodidad del hogar.

Libros; luego, lectura

La funcionaria explicó que de esa manera se complementa la dotación de libros dada en el programa Leer es mi cuento, del que se beneficiaron bibliotecas públicas, hogares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y las Viviendas de Interés Prioritario (VIP).

“No tenía sentido decir a los padres que lean en voz alta a los niños cuando no había material, porque era una campaña que no iba a tener impacto. Por eso nuestra primera oferta a Colombia era dotar las instituciones”, señaló Garcés Córdoba.

¡Apégate!, más que un programa, es una campaña de motivación orientada a mil 404 bibliotecas públicas, 50 mil hogares del Icbf, mil 300 centros integrados y, lo vital, en cada hogar del país.

Al respecto, Moisés Melo, asesor del Libro y la Lectura del Ministerio, profundizó que por ello no en las bibliotecas está el papel de prestar los libros para que los interesados en practicar puedan hacerlo cada noche en la tranquilidad de su hogar.

“También las bibliotecas de la Red Nacional, con tutores departamentales y con promotores de lectura que las visitan, estimulan el desarrollo de programas como La Hora del Cuento, que ya es un clásico para la lectura en voz alta”, agregó.

La Ministra de Cultura recordó que vincularse a esta campaña es “la mejor manera de hacer uso de las dotaciones de libros a lo largo de Colombia”, refiriéndose con esto a los títulos de la colección Leer es mi Cuento.

Dichos títulos están disponibles, además, en el portal virtual interactivo infantil www.manguare.gov.co; allí, además de la colección, se encuentra juegos, videos, otros materiales para leer en voz alta e historias narradas por niños de todo el país.

Sin embargo, para los adultos que quieran guiarse antes de empezar a desarrollar el proceso, está www.maguared.gov.co, con materiales, consejos, información de la campaña y materiales gráficos para descargar.

De varios factores

La continuidad de este programa tiene su origen, según el asesor Melo, en la labor promovida por el intelectual bogotano Daniel Samper Ortega hacia la década de los 30, con las llamadas bibliotecas aldeanas, que llegaban a diversos rincones del país.

Y siguió con varios gobiernos, aunque, en sus palabras, “se ha hecho muchos esfuerzos; incluso en algún gobierno se empleó ‘Colombia, un país de lectores’, pero en este momento no somos un país de lectores.

“Los índices son de 2 libros por habitante por año, cuando los europeos más atrasados leen de 6 a 8, y los más avanzados llegan a leer 30 a 40”, sentenció.

Y explicó, además, que luego de un análisis previo a Leer es mi Cuento se estableció la falta de “continuidad, recursos adecuados, foco y sobre, todo, libros; se comenzaba campañas publicitarias sin libros, al ejemplo de que no existían bibliotecas cerca y bien dotadas”.

“Estamos listos”

El Asesor del Ministerio explicó que entre algunos factores que han propiciado la mayor expansión del programa están la aparición de más editoriales de literatura infantil y la intención de que con las compras del Gobierno los precios tiendan a bajar, en vez de aumentar.

“Hay libros y oferta, todavía no la ideal, pero se ha estimulado a la industria comprando esa producción. En un sector que ha venido creciendo, con oferta más grande y librerías especializadas”.

Por último, la Ministra aseguró que todos los derechos de las obras utilizadas están comprados por el Ministerio, por eso “estamos listos, porque hay libros. Estando los libros disponibles, es evidente que no hay algo mejor que la lectura en voz alta, porque hacer buenos lectores es el primer paso para una generación más competitiva y menos desigual”, añadió.