La casa en el aire

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Cerca de 90 poetas colombianos dirigen una carta al recinto, que desde hace unos seis años parece haber caído en el ostracismo, según dicen quienes la suscriben.

La revista Arcadia publica la carta que cerca de 90 poetas colombianos dirigen a la Casa de Poesía Silva, que desde hace unos seis años parece haber caído en el ostracismo, según dicen quienes la suscriben entre los que se encuentran Juan Manuel Roca, Darío Jaramillo y Piedad Bonnet.

Cabe recordar, según reseña la institución en su página de Interne, que durante la primera mitad del siglo XX la casa atravesó por un largo periodo de anonimato y olvido hasta 1943.

Ese año “un amigo de Silva y poeta también, Ismael López, descubrió una placa en la fachada de la casa -la misma que hoy permanece- y Baldomero Sanín Cano, también amigo y contertulio del poeta, pronunció un discurso conmemorativo”.

Esta es la misiva

“Preocupa la seria decadencia de la Casa de Poesía Silva, que hasta no hace mucho tiempo sirvió de modelo a otras instituciones del orden en México, Venezuela y España.

Las actividades que se llevan a cabo en su sede cada vez concitan menos público y también menos poetas.

Su director, Pedro Alejo Gómez, como Platón, ha desterrado a los poetas de “su” República.

La Casa, física y espiritualmente, se ha venido a menos y cada vez parece más poblada de murmullos pero sin música de alas.

A todos y cada uno de los firmantes de esta carta nos preocupa el destino de la emblemática Casa de Poesía que, sin duda alguna, tuvo un mejor ayer. Particularmente el último lustro ha sido muy lánguido, sin la dinámica que tuvo para admiración de poetas nacionales y del mundo entero.

Sin pretender convocar a una huelga de metáforas caídas, nos duele la condición de esa vieja morada de la poesía, que esperamos no se convierta en una “casa en ruinas”, como en un célebre poema de María Mercedes Carranza.

Nos declaramos por igual desalojados y desafiliados de lo que podría convertise de nuevo -”y el día esté lejano”, decía Barba Jacob, en un inquilinato.

La comunidad de poetas colombianos, en su gran mayoría, se niega a ver que la Casa que los acogió y tanto dignificó a la poesía, llegue a un lamentable final. Y, antes bien, propugna por recuperar su esplendor.

A la Junta Direciva de la Casa, a los amantes de la poesía y a los medios de comunicación”.

Credito
CON INFORMACIÓN DE ARCADIA

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