Bien por eso, señor Alcalde

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Que usted acertara escuchando los comentarios malintencionados en las redes sociales y los titulares de los medios de comunicación, que no recomendaban la presentación de “Juanes” por los altos costos que vale su imagen, como figura de talla internacional y mundial.

Ma. Yolanda Jaramillo / Expresidenta Academia de Historia Tolima

¿Qué podemos aprender positivamente de esta situación? Lo primero, que la comunidad ibaguereña actualmente manifiesta un consenso mucho más amplio sobre la democracia y sus instituciones de gobierno; la ciudad ingresa en un proceso que podríamos llamar de “activación social”, que se vincula con los temas de pertinencia, identidad, política cultural y el bienestar de las comunidades, a través de la generación de esfuerzos, capacidades y recursos, que de manera conjunta se identifiquen y se comprometan, en aquellos proyectos que sean indispensables para el desarrollo de la ciudad.

Actualmente vivimos una época, en donde existe todo tipo de voluntariado activo, en entidades sociales y culturales, que están determinando nuevas formas de participación y solidaridad ciudadana; que pueden llegar a transformar la “Sensibilidad Social”, hacia un proyecto de ciudad, que responda en todos los contextos en que se alberga la comunidad. En el contexto cultural existe una democracia representativa, determinada por ley, como es el Consejo Municipal de Cultura, donde hay una legitimidad democrática, determinada por los representantes de todo el sector cultural en sus diferentes áreas; se manifiesta que su labor es limitada, porque no tienen participación, ni mucho menos poder de decisión sobre los importantes eventos culturales que ejecuta la administración. Se hace necesario potenciar una real “Democracia Cultural” (la que nace de la gente del común y no de una élite).

Si la Administración municipal consideraba que la gira del artista Juanes resultaba de gran utilidad para posicionar a Ibagué, como Ciudad Musical, nos deja con mucha preocupación, porque esto demuestra que imponer una visión que parte de unos valores no contextualizados, en el ambiente cultural donde hay grupos heterogéneos y con otros valores, enriquecidos por la experiencia y la idoneidad artística - cultural de cada uno de ellos, no tomar en cuenta su criterio, nos deja entrever que se maneja una noción no acertada de qué es esencial, en el desarrollo de los procesos culturales.

“La cultura cada vez más, va cobrando un sentido de vivencia y pertenencia, donde la participación creativa, compartida en la cotidianidad e incorporada a la existencia de la comunidad, permite acercar los recursos culturales de la ciudad al mayor número posible de ciudadanos, en una oferta cultural como apropiación popular del arte y cultura local, como actividad económica formal de calidad, para la generación de empleo”.

Los artistas y músicos de Ibagué, y el Consejo Municipal de Cultura, con su Presidente, Fernando Daza, propondrían al señor Alcalde que los 300 millones que la Alcaldía sí estaba en condiciones de conseguir, para cubrir el concierto de este reconocido artista, ¿por qué no se emplean en brindar un ambiente musical a dos de nuestros principales escenarios, como son la Plaza de Bolívar y la Plazoleta Darío Echandía? Lo anterior, sí promocionaría a Ibagué, como Capital Musical -organizando los sábados y los domingos el ‘Festival de la Música’, dando oportunidad a nuestros artistas principalmente, y también a otros artistas en vía de promoción, como figuras nacionales. Sería esta una oferta musical que alcanzaría para un año de Festival de Música, disfrutando cada ocho días en los escenarios antes mencionados, adonde acuden los habitantes de Ibagué en las tardes, que se tornan nostálgicas, debido a que no se escucha ni una sola nota musical; y eso que somos la Capital Musical.

Credito
EL NUEVO DÍA

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