Nostalgias de aquel ‘Armero donde viví’

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Un nuevo libro sobre ese ‘lado amable’ de la población que fue borrada del mapa en 1985 será presentado esta tarde, por un escritor que la conoció durante 17 años.

Se develará hoy a las 6 p.m., en la biblioteca Darío Echandía, gracias a la pluma del escritor Fernando Cervantes del Portillo, una serie de relatos sobre ese Armero que existió antes del 13 de noviembre de 1985 y que tal vez poco ha sido recuperado.

Es ‘Armero, la ciudad donde viví’ esa nostalgia de haber transcurrido 17 años en un municipio lleno de prosperidad económica, costumbres e historias de humildad, y que conserva su inocencia aun siendo borrada del mapa.

“El recuerdo de Armero está muy vivo. Lo que quise con este libro es escribir sobre lo cotidiano y lo que me rodeaba”, comenta el autor, quien a fuerza de este acontecimiento se declara convertido en relator de historias a sus 71 años de edad.

“Estas son historias más que todo sobre la vida cotidiana de la población, el agro, la vocación industrial, el algodón, las costumbres y las anécdotas”, explica.

Consta, según lo añade, de las memorias del vecino, del tendero... en resumen, de los pobladores de este lugar, “una reminiscencia de las costumbres, algo histórico”.

Palabras más...

El doctor Eduardo Aldana Valdez, miembro cofundador de la Universidad de Ibagué y reconocido personaje de la docencia, comenta sobre esta publicación que “encontré fascinante la manera como el autor nos conduce por una espiral que comienza con su llegada a Armero (en 1969).

“Su vida en la hacienda La Vuelta del Lagunilla, los primeros conocidos y los primeros amigos, pasando por los vecinos, y sigue con la descripción de la ciudad, sus calles y los sitios de interés.

En su concepto, este es, a la vez, un relato “que revive las costumbres de tiempos idos y que trae esa mezcla de nostalgia y alegría a quienes sentimos que fuimos privilegiados por haber crecido en un mundo repleto de elevados valores y sentimientos de amistad y solidaridad”.

Las múltiples anécdotas y descripciones pintorescas y aun las dolorosas narraciones -acota el experto- hacen pasar rápido esas páginas, en las que se muestran “la tristeza y la desazón de encontrar que la ineficiencia de nuestro Estado y de las organizaciones de la sociedad y la incapacidad de manejar bien las agencias públicas están entre los factores que agravan las tragedias y terminan en injusticias y mayor sufrimiento”.

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