Recomiendan restauración del Pabellón de Carnes de Prado

SUMINISTRADA– EL NUEVO DÍA
Los valores Histórico, Estético y Simbólico son puestos como referencia en la comunicación que la Dirección de Cultura departamental dirigió al alcalde Néstor Augusto Trujillo.

A raíz de una serie de modificaciones hechas desde el año pasado al Pabellón de Carnes de Prado, considerado como un Bien de Interés Cultural en el Tolima, la Dirección de Cultura seccional pidió efectuar obras de restitución, reintegración y restauración al edificio.

La conclusión, expuesta en una carta que dicha dependencia dirigió al alcalde Néstor Augusto Trujillo Páez, se basa en una visita que efectuaron funcionarios de la misma en diciembre de 2013, por solicitud del vigía Édgar Leonidas Lozano.

“Se evidenció una intervención al inmueble que comprometía la estructura original del edificio, especialmente por la liberación de carpinterías de mesa, reemplazadas por metal, pañetes de muros, pisos y mesones”, explica el director Andrés Mauricio Troncoso.

Por ser bien del Interés Cultural

Dentro de la mencionada solicitud el funcionario departamental plantea como contexto los valores Histórico, Estético y Simbólico.

Valor Histórico:

“El Pabellón fue construido a principios de 1928, con el fin de mejorar el expendio, ya que la venta se hacía bajo un palo de mango carente de toda norma de higiene”.

Y añade que “en la década de los 50, cuando hizo amnistía el general Rojas Pinilla con ‘Chusmeros’, el pabellón fue enmallado en angeo y las puertas principales eran de hierro, el rollo figurado y los mesones los hicieron en retales de mármol, con todas las normas de sanidad”.

Valor Estético:

En este aspecto, se destaca la belleza morfológica, “desarrollada por una planta circular con estructura de madera, cubierta en zinc y pisos en cemento, en el centro del inmueble un círculo se eleva por encima de la cubierta del área de trabajo y ventas”.

Lo anterior, agrega, permite una reventilación por las lucernas evidenciadas en el cilindro central. Las de Prado y Natagaima reflejan una expresión arquitectónica y tipológica poco frecuente en estos equipamentos.

Valor Simbólico:

Según reza la misiva, el Pabellón era “un lugar de reunión, donde participaba la gente más prestante del municipio y de los pueblos vecinos; se realizaba bailes, era un centro de comercio, se mezclaba la actividad cotidiana y era centro de vida y alegría en este recinto”.

Explica la dependencia que ha sido considerado “un templo por los pradunos, referente de cultura y patrimonio en diferentes revistas y libros como un inmueble representativo de la cultura y la memoria de la población”.

Los anteriores tres valores, según lo menciona el Director de Cultura, son incluidos en virtud de que el Pabellón “está inscrito en el listado preliminar de bienes de Interés Cultural del Tolima por su especial significación en el contexto regional”.

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