Con los colegios
El año pasado, los músicos de la OFB dictaron clases de música a ocho mil 500 estudiantes de colegios públicos en la capital. Este año, según el director General, David García, el número se duplicará: 19 mil niños recibirán cuatro horas a la semana de enseñanza. Este es solo uno de los proyectos que espera desarrollar la Filarmónica.
Con las regiones
Otra meta que se espera cumplir es llegar a un público más amplio que se extiende a las afueras de Bogotá, en regiones donde normalmente no llega este tipo de música ni de eventos culturales.
“A nadie lo van a devolver de un teatro porque viene del campo, nunca ha escuchado una orquesta o no tiene ni idea de quién es Beethoven. Hay que quitar el estigma que tenemos en Colombia de que la música clásica es sólo para una élite”, insiste Leo Marulanda, director Asistente.
Con el proceso de paz
La Filarmónica también tiene los ojos puestos sobre los diálogos del Gobierno y las Farc en La Habana. Con el respaldo del Gobierno, espera organizar programas de enseñanza y apreciación musical para todo aquel que ha sido partícipe en el conflicto que azota al país.
A través del acompañamiento a víctimas y victimarios, la OFB quiere mostrar que la música es herramienta esencial de expresión.
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