Así lo indicó el contralor Edwin Riaño a EL NUEVO DÍA, al indicar que este es precisamente el tema central de dicha indagación, después de quejas que ha recibido el órgano de control.

“Son denuncias allegadas al órgano de control sobre cobro indebido de arrendamiento de silletería, en relación con la organización de las fiestas del folclor. Ya la Contraloría va a designar un grupo auditor a este caso puesto en conocimiento”, dijo.

El tema se suscita a raíz de los señalamientos que en noviembre hiciera la concejala Linda Esperanza Perdomo a la jefe del despacho cultural, Ángela Viviana Gómez, sobre cerca de cuatro mil gradas que fueron comercializadas y de las que no se supo el destino de lo recaudado.

¿Se ferió espacio público?

En comunicación con EL NUEVO DÍA, la secretaria Gómez Núñez sostuvo que estas graderías objeto de la polémica “no tienen que ver con la Administración.

“Lo único que hicimos fue servir de puente para que un empresario llegara a la ciudad y las comercializara, además fue una buena estrategia que deben seguir grandes carnavales en el país y así se organiza más el desfile”, indicó.

Al respecto de las sumas recaudadas, dijo que no son tema de rendición de cuentas del empresario, ya que estos no son recursos públicos.

Complemento

Sobre las graderías, Gómez Núñez recordó que las mismas fueron ofrecidas en modo de contraprestación por el empresario, quien pagó seis millones de pesos representados en la actuación de artistas populares.

“Como secretaria considero que es un ejercicio que se debe seguir haciendo, porque genera más organización”, indicó.

Asimismo aseveró que “el debate se debió haber realizado con mucho más detenimiento y así lo hicimos el año pasado”. Esto, en contradicción a la ausencia de la jefe de despacho en dicho debate de control político.