‘Fausto’ colmará de emociones a los amantes del Teatro Negro

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El mundo de ‘Fausto’, un pescador que vive cientos de aventuras llenas de fantasía, color y magia, se apoderará esta noche de los ibaguereños que lo aprecien en el teatro Tolima, con la función del Teatro Negro de Praga, en su segunda visita a esta capital.

Desde 2006 no se registraba la visita de este elenco, que trae consigo la vistosidad y el misterio de una obra en la que confluyen una cabina negra, actores visibles y otros invisibles, así como objetos y animales de colores, en una propuesta escénica que lleva más de 30 años de vida.

“Todo es alegre, lindo y poético, y es para toda la familia, sobre todo para los niños, que les encanta. Esto es algo muy especial”, describe Jana Studni?ková, integrante de la agrupación, en visita a EL NUEVO DÍA.

La artista checa añade que el Teatro Negro no es solo un grupo conformado para brindar espectáculos, pues todo hace de un proceso tipo conservatorio artístico. Ella, de hecho, pertenece desde hace 15 años al colectivo.

Así es ‘Fausto’

Lo que verán hoy quienes asistan al espectáculo es una adaptación para este formato de una obra del escritor alemán J. W. Goethe, en la que este pescador intenta escapar de una discusión originada en su casa, a lo que se encuentra con una misteriosa isla en la que puede hallar toda la fantasía del mundo, “ver nacer una mariposa, o estar en lo profundo del mar y vivir toda la vida ahí”, comenta Jana.

También suceden cosas como que este trabajador de los mares se encuentre con el diablo y le firme un contrato en que se involucra su alma, hasta que de dicho conjuro lo salve una marquesa: el amor también está presente.

Todo funciona en esa cabina oscura, en la que los actores se disponen para efectuar todo tipo de movimientos, algunos de ellos, aclara, “un poco peligrosos, porque por ejemplo cuando volamos no siempre estamos bien sostenidos, pero es una técnica difícil de explicar”.

Contentos en Ibagué

El periplo de estos artistas por la Capital Musical ha sido desde el domingo. Han conocido sitios como el Centro y algo del sector montañoso, lo que, según Jana, los ha dejado satisfechos.

“Ibagué es una ciudad especial, hemos podido disfrutarla y vemos gente muy positiva, creo que es gracias a su espíritu de ayudar. Son personas más cálidas como las de Europa”, confiesa.

Credito
EL NUEVO DÍA

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