La letra viva de Ibagué en Flor

CAMILO YEPES - EL NUEVO DÍA
El atacuno fue uno de quienes dieron el punto de partida para que este encuentro de poesía y narrativa se formara en 2005.

La poesía de Nelson Romero Guzmán, tras recorrier varios premios y países, ahora tiene el lujo de instalarse en su tierra, por lo menos una semana, en desarrollo del 10° Encuentro Nacional de Poesía y Narrativa Ibagué en Flor, en el que acude como invitado especial.

El escritor, nacido en Ataco, hace parte de una gran nómina de galardonados cultores de las letras, compuesta también por el tolimense William Ospina y el santandereano Pablo José Montoya, ganadores de los premios Rómulo Gallegos en 2009 y 2015, respectivamente.

“Para nosotros tener a Nelson Romero es una satisfacción enorme, porque lo conocemos, hace parte del combo y en varias oportunidades nos ha ayudado a hacer contactos y nos ha dado críticas y aportes”, comenta al respecto Víctor Sánchez, coordinador de esta actividad cultural anual.

De hecho, confiesa, esta edición de Ibagué en Flor fue programada con él, porque “nos ayudó a contactar a varios de los invitados debido a nuestro perfil”.

Dicho perfil no es más que un criterio, según lo explica, consistente en que “tenemos la idea, como cualquier otra actividad, de que hay que estimular a las personas, en especial a los niños y jóvenes, mostrándoles a unos referentes importantes y estudiosos, y de eso hemos hecho un gran esfuerzo este año”.

Nómina de lujo

Por eso dentro de la programación de este año también figuran Santiago Mutis, hijo del fallecido Álvaro Mutis; Mario Jursich, director de la revista El Malpensante; Bruno Díaz, ganador del Premio Grijalbo de Literatura, y Gladys Yagarí, indígena que ejerce importante labor literaria con comunidades del Suroriente de Antioquia.

“Han tenido mucho reconocimiento nacional, por eso lo que hicimos ayer (martes) de exaltar a Nelson Romero, se debería hacer con toda expresión artística en la ciudad y el Departamento.

“No hay que dejar relegada esa acción del espíritu que es la creatividad, porque la comunidad comienza a menospreciarse; ese tipo de eventos ayuda a pensar que podemos ser mejores y a activar nuestra capacidad de resolver los problemas por nuestros mismos medios”, añade.

Génesis de esa flor

Aunque el camino de Ibagué en Flor como el encuentro de poesía y narrativa que es hoy inició en 2005, en realidad cinco años atrás el pie lo dio el denominado Festival de los Ocobos, en homenaje a los 450 años que cumplía la capital en ese entonces.

“Ustedes saben que la financiación de eventos culturales tiene mucha dificultad y carencia y el presupuesto es muy raquítico, pero en 2005 tuvimos apoyo de la Alcaldía, que nos motivó a que existiera un evento cultural de este carácter, para la poesía y la narrativa”, indica.

Además de Romero Guzmán estuvieron Édgar Varón Oviedo, Pastor Polanía, José Antonio Vergel, Venus Quiroga y otros escritores, al igual que la organización Amistad y Mucho Más.

“Con ellos hemos venido haciendo un equipo de apoyo para este espacio, que busca no solo exhibir a los poetas, sino también animar a los niños y jóvenes para que eso que brinda la naturaleza lo imitemos, como los ocobos, cámbulos y gualandayes”, expone el Coordinador.

Feria de la Lectura

Esta semana, además, se cumple en la plazoleta Darío Echandía la denominada Feria de la Lectura, organizada por la Asociación Colombiana de Libreros Independientes y el Ministerio de Cultura, que de una u otra forma sirve de abono para que aquella flor dé mejores tonos.

“Esto es para que los ciudadanos tengamos no solo un espacio de divertimiento, sino también para la formación intelectual”, indica.

Por ejemplo, para hoy la programación de dicha congregación literaria la componen la Hora del Cuento, a partir de las 9 de la mañana; así como una serie de lecturas llamada Bebeteca para madres gestantes, a cargo de la escritora Amparo Niclas.

En este mismo escenario, mañana desde las 3 de la tarde, presentarán sus libros Édgar Trejos, Luz Adriana Henao y Héctor Zapata, así como habrá poemas y cantos ancestrales de la docente indígena Gladys Yagarí.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

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