Durante adelantos de la obra, arquitectos y trabajadores, descubrieron un aljibe, de unos 300 años, que se encontraba bajo el suelo de la edificación. "Nos encontramos con esta bella joya de la arquitectura colonial, el aljibe, y lógicamente tuvo que hacerse unas adecuaciones al proyecto original, porque esto toma una gran importancia rescarlo y ponerlo en valor", dijo Ricardo Zabaleta, arquitecto y restaurador miembro del equipo interventor del proyecto.
Así mismo, es importante resaltar que al interior de la estructura, ha sido encontrada una cruz tallada que llama la atención del equipo, "es una cruz que descansa sobre un pequeño tronco de pirámide. Estamos haciendo las indagaciones y encontramos que no pertenece -y es una cosa extraña- a la congregación mercedaria", sentencia Ricardo Zabaleta.
Si bien el claustro no ha suspendido completamente sus actividades administrativas, al ingresar a la edificación, es fácil evidenciar cómo continúa el proceso de desmonte, en donde cerca de 13 trabajadores unen esfuerzos para la reestructuración del piso, conservación del pozo y transporte de escombros.
Las modificaciones al proyeto podrían implicar un retraso en la fecha de entrega, la cual estaba prevista para el seis de marzo, no obstante, el proyecto sigue en marcha integrando este nuevo hallazgo al proyecto, pues se instalará una tarima en vidrio sobre el aljibe, y sobre este, el homenaja a Gabo.
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