Para Alicia Giménez, la crisis que viene azotando a Europa la han intentado ocultar, minimizar su impacto, decir que es cosa del pasado, pero poco se ha hecho realmente para solucionarla.

Por eso, ‘Hombres desnudos’ gira en torno a dicha crisis, pero desde las personas, las relaciones de pareja y los nuevos retos que debe afrontar una sociedad en medio de la incertidumbre sobre el futuro inmediato.

Con esta novela, logró el Premio Planeta 2015, lo que le ha permitido viajar por América Latina presentando esta historia de cómo la gente del común ha visto que su vida ha sufrido un serio giro y donde hasta lo impensable es posible.

Desde la ficción, aborda temas como la pérdida del trabajo en hombres treintañeros y cómo muchas mujeres le apuestan a su carrera profesional por encima de su compromiso sentimental y familiar, hasta el día en que hay que hacer cuentas.

“El mundo ha cambiado y aunque mis personajes, como la gente de la vida real, quieran volver al ayer, ya es demasiado tarde, debemos acomodarnos en este nuevo orden”, aseguró.

Novelas y realidades

-¿Cómo ha sido la recepción de esta novela fuera de España?

Ha sido interesante, en medio de una crisis que nos han dicho que ya estaba superada pero la verdad es que no ha sido así. Es más, la crisis es más global y por ende los problemas que se presentan dentro de la historia de la novela nos atañen a todos.

La gente comprende el problema, aunque en un comienzo la crisis fuera más europea que latinoamericana, aquí también cargan con problemas como los nuestros, como el desempleo entre los jóvenes, con una generación que se puede perder, pues quien no está desempleado está en trabajos poco remunerados, muy preparados para trabajos poco calificados.

Muchos en España han tenido que irse, por lo que la situación es tan especial que me parecía que debía recogerse en un libro. Las crisis afecta a las personas, no son sólo números, y terminan generando crisis en todos los aspectos de nuestras vidas.

-¿Cómo era la sociedad española antes de la crisis?

Una sociedad sin valores. Luego de los años de bonanza económica, esos valores morales los hemos dejado olvidados, porque todo era ganar dinero, un trabajo y éxito profesional, pero de repente todo se vino abajo y la gente ha tenido que buscar cómo acomodarse, algunos mal, otros bien, y en algunos casos los lleva a realizar lo que jamás se les hubiera ocurrido.

-En ese panorama, ¿Cómo ha afectado la crisis a las mujeres?

El cambio de las mujeres en la sociedad se ha acelerado con la crisis, donde han buscado tener roles más importantes en el trabajo y la sociedad, generando un desequilibrio en los roles masculino-femenino, lo que ha hecho que la gente no sepa bien dónde está.

-¿Incertidumbre total?

Es una historia donde las clases sociales cuentan. En España nos habían dicho que eso había desaparecido, que todos éramos clase media uniforme, todo muy civilizado, donde no había lucha de clases, ni tensiones. Con la crisis nos hemos dado cuenta que eso no es verdad, que las clases sociales cuentan mucho, donde el débil se lleva la peor parte.

En el caso de Irene, una de las protagonistas, es una mujer muy trastornada al estar siempre muy preservada de la realidad, por lo que al chocar con la realidad, termina relacionándose con los hombres de una manera cruel.

-¿Nadie estaba preparado para esas crisis?

Este choque contra la crisis demostró que no estábamos preparados para ella. Además de intentar salir de ella, creo que deberíamos reforzar las armas contra ella, como la lectura y la cultura, que nos genere cierto consuelo, porque muchos hoy en día se sienten unos desgraciados por no poderse comprar el coche que quieren, lo cual demuestra lo desubicados que están.

-¿Y el cambio?

Aunque no estamos dispuestos a la revolución, porque parece imposible, hay movimientos interesantes, pero la gente está anestesiada, no se quieren revelar contra el sistema.

Ellas y ellos

-Su novela aborda el juego de las relaciones entre mujeres y hombres. ¿Prevalece aún el machismo?

El machismo va desapareciendo. En España desde Franco hemos luchado para bajar los niveles de machismo en la sociedad, con cambios para las mujeres magníficos y quiero creer que no se podrán echar para atrás dichos cambios. Sin embargo, aún existe cierta forma de pensamiento masculina que lo lleva al machismo. Por ejemplo, un hombre que se queda sin trabajo y empieza a ser sostenido por su pareja, mientras encuentra uno nuevo, siente que es una especie de parásito social.

-¿Difícil situación para los hombres?

Los hombres sufren peor el desempleo. En ese aspecto, sufren más que las mujeres, porque han sido educados para ser los reyes de la sociedad, para llevar la comida a casa. La mujer no es que no sufra, pero en ese aspecto suele ser más práctica.

-¿Cómo es el hombre de hoy?

Javier es un personaje que muchas lectoras me han dicho que es el hombre estándar en España, que es feminista, tierno y que no se le ocurriría ejercer ningún tipo de supremacía sobre nadie, pero es inactivo, no lucha por nada y es acomodado. Esa falta de lucha forma parte del retrato del hombre en la actualidad.

-¿Qué viene para Petra Delicado, su personaje más famoso?

Es mi otra faceta, que va por las novelas policiales. Ya son nueve novelas con 20 años con ese personaje. Es una inspectora de policía española que supera los años cuarenta, que siempre esta acompañada de Fermín, distinto de ella, pero con quien surge una amistad y trabajan juntos.

Petra me relaja, en un formato de novela policial con sus reglas que son una bitácora para poder conducir la escritura, mientras que en estas novelas.