El jazz y el latin convirtieron a Ibagué en una sola fiesta por cuatro días consecutivos, liderada por las decenas de grupos que participaron en el Tercer Encuentro Universitario de Jazz y Latin ‘Tolijazz’.

Esta celebración día a día fue aumentando su nivel hasta el sábado, con una explosión de energía entre el saxofonista ibaguereño Daniel Bahamón y la banda paisa Puerto Candelaria, que transportaron al público a otra dimensión, en más de dos horas de concierto.

Prueba superada

Hubo de todo: talento local y de otras latitudes con la intención de engrandecer este género que ha sufrido de sesgos y rechazos en tiempos pasados, pero que ahora se masifica en la academia.

Así lo afirma el chileno Sebastián López, saxofonista del grupo Inguna, que fusiona melodías tradicionales colombianas con el jazz.“Vi que todos veníamos trabajando juntos. Muy enriquecedor ver que hay cariño por lo que aquí se entrega”, es su diagnóstico sobre la receptividad que generó entre los asistentes.

Pero a pesar de haber tenido “días muy ajetreados, esto lo invita a uno a transmitir esta energía de ir adelante y trabajar, más con una estética musical que no es propia, pero sí es global”.

Faltó y sobró

Y aunque la fiesta unos la vivieron hasta el final, sus organizadores la padecieron por la falta de público para las actividades, pero todo es cuestión de aprender, según dijo Carlos Emilio Díaz, director del Encuentro.

“Felices, por haber cumplido con los compromisos adquiridos. Todo lo que propusimos se cumplió, los conciertos se celebraron y quienes asistieron al Tolijazz se fueron felices.“Pero también me gusta contar las tristezas: faltó público, uno hace un esfuerzo por traer calidad de artistas y gente importante en el jazz y de pronto los mismos músicos no llegan a escuchar lo que realmente uno propone”, indicó.

Pero resaltó: “No importa, vamos a seguir trabajando, vamos a seguir insistiendo en que esto es una suma para seguir buscando público, porque en elementos como el jazz es difícil”.

Y viene el Cuarto

Díaz, a su vez, aseguró que se quitó un “peso de encima” en el sentido de lograr que la institucionalidad aportara recursos para llevar a cabo el evento.“Pero ya empiezo a pensar en que el año entrante vamos a hacer un encuentro muy interesante. Vamos a cambiar muchas cosas, seguiremos corrigiendo y experimentando, buscando que la gente llegue”, puntualizó.