Que los niños sigan tocando nuestras melodías autóctonas

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Niños y jóvenes se reunieron en Ibagué para mostrar que las agrupaciones de música tradicional están más vivas que nunca, por lo que piden más apoyo.

Un ejemplo de decenas de niños que cultivan la música autóctona en el Tolima se hizo evidente el pasado viernes, con la celebración del Tercer Encuentro Departamental de Música Tradicional, con sede en Ibagué.

Acudieron 12 juiciosas delegaciones de municipios como Anzoátegui, Líbano, Armero - Guayabal, Coello, Cajamarca, Ortega, Prado, Espinal, Guamo, Santa Isabel e Ibagué, para entregar mucho de su trabajo y su disciplina.

“Es satisfactorio que varios municipios hayan podido venir a mostrar su proceso. Hay más, pero hubo otros en los que no se ha contratado instructores o que están iniciando”, admite Carlos Gálvez, coordinador de Áreas Artísticas de la Dirección de Cultura del Tolima.

Del rojo al verde

Este diagnóstico se refleja en poblaciones donde se ha constituido un proceso fuerte en escuelas de formación, no obstante hay algunos puntos cardinales del Tolima en los que se trabaja más con amor, y pocos recursos.

Esta situación se acentúa en Líbano, municipio que en cabeza del maestro Víctor Molina acudió al Encuentro, con recursos propios, pero, según él, sin apoyo de la Alcaldía.

“Tenemos muy poco apoyo, ensayamos en un salón deprimente, que no quisiera que lo vieran, y el salario que tenemos como maestros dirigiendo es muy bajo”, resalta.

Y añade que unos 120 a 140 niños han mostrado la inquietud de participar en sus agrupaciones autóctonas, pero se requeriría de cinco instructores para suplir la demanda artística.

“No entendemos por qué la Alcaldía nos abandona en un proceso de estos. Un pueblo sin cultura no existe, y ojalá este mensaje se extienda a los alcaldes de los demás municipios”, amplía.

También participó la Escuela de Música Tradicional de Guamo, dirigida por el maestro Daniel Sosa Guzmán, quien indica que “la intención era mostrar a la gente que esta escuela existe”.

En cuanto a la representación de Anzoátegui, el grupo Tradición Anzoateguna, su directora, la profesional Diana Marina Galvis, considera que con procesos como estos “se les abre el campo musical a los niños y pueden explorar en otros instrumentos”.

Un grupo más elenco por destacar es el Pedro J. Ramos, de Ortega, con la batuta de Román Bejarano, quien apunta a que en el éxito de su agrupación, que con poco tiempo ya ha viajado a Chile y Estados Unidos, radica en “el trabajo juicioso de los niños y la colaboración de sus padres”.

No obstante el diagnóstico negativo entregado por algunos de los maestros invitados, Carlos Gálvez es enfático en que se está avanzando en la dotación y las capacitaciones desde la Dirección de Cultura en los municipios, y “ahora falta que los alcaldes pongan su poquito, entren en estos procesos y logremos consolidarlos, por el bien de la juventud, la niñez y la música colombiana”.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES V.

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