“Los escritores también podemos estar de moda”, dice Joel Dicker

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con el escritor suizo Joel Dicker, quien fuera uno de los invitados especiales al 12° Hay Festival, en el que presentó su nueva novela, ‘El libro de los Baltimore’.

Son siete novelas las que Joel Dicker ha escrito, tres publicadas y las dos primeras seguramente no verán la luz, fueron rechazadas por distintas editoriales, pero en especial fueron sus amigos, quienes la leyeron, y no sintieron conexión alguna con las historias.

Todo esto le ha ocurrido a Joel Dicker, un suizo que apenas acaba de cruzar los 31 años de edad y que se ha convertido en un verdadero fenómeno editorial con sus novelas, en especial con ‘La verdad sobre el caso de Harry Quebert’ y ‘El libro de los Baltimore’.

Acaba de pasar por Colombia donde estuvo como uno de los invitados especiales al Hay Festival, tanto en Medellín como en Cartagena, para ahora volver a Ginebra, Suiza, donde continuará la escritura de su nueva novela.

Cálida tierra

-¿Qué tal la experiencia en el Hay Festival de Cartagena de Indias?

Fue muy especial para mí. Yo viajo mucho con mis libros, participo en muchos festivales y esta experiencia fue muy particular, con gente cálida, teniendo en cuenta que yo soy suizo, donde somos un poco fríos, por lo cual me conmovió mucho, siendo muy cercanos y acogedores, lo cual es muy agradable, más para un director que se nutre mucho de la relación con las personas. Me voy de Colombia con muchas ideas y con el cariño de la gente que conocí.

Es interesante como la gente se apasionaba tanto con el festival, si tenemos en cuenta que estamos en la época del Wi Fi, de la televisión, del Facebook, de todo menos de la lectura, y lo que el Hay Festival hace es comunicarle las ganas de leer a la gente, por medio del encuentro de los escritores, para que no pierdan la pasión por los libros o vuelvan a ellos.

-¿Cómo ha sido su proceso personal de acercamiento a los libros?

Nací en 1985, tengo 31 años y Facebook llegó cuando tenía 18 años, porque creo que tuve una educación clásica, si se puede llamar así. Los de la siguiente generación a la mía, los que ya crecieron con las redes sociales, en realidad no sabemos a dónde va a parar.

Quienes estamos en el campo de la promoción de la lectura, debemos seguir demostrando la importancia de la literatura, lo que les puede aportar. Quizás es cuestión de disciplina, que la tenemos para reglarnos para salir o ir al gimnasio para vernos guapos, y esa disciplina hay que buscarla para la lectura y así poder entender lo que está sucediendo en el mundo actual, porque no sabemos qué ocurre y por eso tomamos malas decisiones.

-¿Cómo maneja el éxito que han tenido sus libros y los espacios para seguir escribiendo?

Esto responde a dos necesidades que son muy distintas. El momento de escritura es un proceso que lo hago solo, que suele durar dos años por libro. Todo pasa en una habitación en Ginebra, siendo un joven escritor que sólo tiene tres libros publicados y aún tiene todo por hacer, jamás muestro nada hasta que termino.

Cuando publico inicia la segunda parte, la promoción, que para mí es muy importante y lo hago de corazón, porque creo que es clave mostrar esa parte de la literatura, que se mantenga y defenderlo. El éxito no es sólo para el autor, también sirve para demostrar que la literatura es fundamental para la vida del ser humano e invitar a la gente para que lea más.

Creo que vamos dirigidos hacia la gente que no lee, porque los que leen saben bien el valor de la literatura.

-¿Cómo es el encuentro con sus lectores?

Las redes sociales son un medio fantástico para estar más cerca de los lectores, de responder sus preguntas e incluso cuando tienen problemas, a veces no falta que algún libro no salga bien y me escriben, por lo que de inmediato intentamos solucionar el problema.

Debemos cuidar a los lectores, que sepan que los estamos escuchando. A veces a los lectores les parece increíble al encontrarse con un escritor joven, que no ha muerto, porque muchos tienen la idea de que es escritor es un ser aburrido, que no sale de casa e incluso que huele a feo.

Creo que debemos tomar el lugar de los futbolistas o de Kim Kardashian, que no me parece un buen ejemplo para los jóvenes, pero la idea es demostrar que los escritores también podemos estar de moda.

Ante la adversidad

-Pese a su juventud, recibió muchos rechazos por parte de las editoriales, ¿Cómo logró superar esa adversidad?

La sociedad teme mucho al fracaso. La gente piensa que solo cuenta el éxito, pero es en realidad el fracaso el que nos permite saber quiénes somos y saber qué es lo que realmente buscamos. Yo escribí una primera novela porque me parecía divertido y no pensando en la vanidad o el ego, o el querer viajar por el mundo. Solo como me gustaba mucho leer, di el paso y empecé a escribir.

Mi primera novela fue rechazada, a mis amigos no les gustó mucho, pero me había gustado mucho el proceso de escritura y lo volví a intentar, y como no tenía nada que perder, igual hacía teatro y periodismo al tiempo. Todo esto sin perder el entusiasmo por lo que hago.

-Su última novela, ‘El libro de los Baltimore’, se centra en el campo de la amistad…

Junto a la familia es lo más importante. Pero no son esos amigos de redes sociales, son esos tres o cuatro de toda la vida y que te acompañan hasta la muerte, lo que para mí es central y lo demás no es tan importante. El éxito no lo es tanto aunque sea genial y te permita seguir escribiendo y viajando.

Pero al final de mis días qué voy a mirar, el éxito que logré o la gente que he querido. Ahí está lo importante, el querer.

-¿Cómo surgió la idea de retomar un personaje de su anterior novela para ‘El libro de los Baltimore’?

Es un libro que llegó muy rápido a mí una vez terminé la novela ‘La verdad sobre el caso de Harry Quebert’, y en realidad pensé que no tendría éxito, en especial por lo extenso del mismo, pero había algo que no me dejaba dormir, con Marcus a la cabeza, muchos misterios en 600 páginas y 33 años de historia, pero al final no sabíamos realmente quién era él.

Estaba la máscara del escritor exitoso que llevaban Marcus, pero nada más allá no sabíamos nada de él.

Por eso quería contar el viaje adentro de Marcus, reconociendo su familia, descubriendo sus ambiciones y deseos, lo cual lo llevaría a ser escritor.

-¿Qué tanto Joel tiene de Marcus?

No hay mucho de mí en el personaje de Marcus, ni en los demás personajes de mis novelas, aunque seguramente hay muchas coincidencias, pero quizás somos seres contemporáneos. Pero el uso de la primera persona en el libro era porque era la primera vez que lo hacía, quería sentir esa relación cercana con el protagonista, que es más cercano a mí porque somos de la misma edad.

-¿Qué tan consciente se es del rumbo que tomará la historia que escribirá?

Efectivamente siempre empiezo sin saber para dónde voy, y eso tiene que ver con el hecho de que nunca paro de escribir, porque tan pronto termino un libro empiezo a escribir de nuevo, no me tomo una pausa. Tomo una idea y la empiezo a escribir y veo qué pasa, aunque no siempre me lleve a buen término.

-¿Qué logró en este libro que no había logrado en novelas anteriores?

Mi obsesión es tratar de saber qué puedo hacer mejor en cada libro que escribo, porque una novela siempre puede ser mejor pero no la terminarías nunca. El autor debe reconocer cuando llega el momento, en el presente, que ya hizo lo humanamente posible por mejorar la novela que tiene entre las manos y dejarla ir.

-¿Y la posibilidad de que sus historias lleguen al cine o la televisión?

Una adaptación de mis libros me interesa y me encantaría ver lo que otra persona puede imaginar sobre esta historia y como la llevan a una pantalla. Hay proyectos en curso aunque no hay firmado nada pero vamos en ese camino.

Credito
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