Con una colección en que se entrelazan formas del Renacimiento y el Barroco, expondrá desde el sábado, en el Museo de Arte Moderno del Estado de México, el tolimense Darío Ortiz Robledo, radicado en ese país.

‘Fábulas del pintor ciego’ se denomina esta serie de grandes obras con que el virtuoso pintor tendrá su espacio en el recinto, y que comprende creaciones de su más reciente década.

En esta selección artística, Ortiz Robledo “cuestiona los dogmas históricos, indaga en la memoria colectiva y consigue visualizar, a través del arte, los tintes de la civilización moderna”.

‘Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que viendo, no ven’, es la frase del escritor portugués José Saramago en que se condensa la línea temática de esta muestra.

Más elementos

En dicho compendio, que durará más de un mes en exhibición, el artista se enfoca en un figurativismo narrativo que explora la condición humana.

“Para materializar el argumento, hago uso de una depurada técnica que flirtea con el surrealismo y la teatralidad de la antigüedad clásica, uniendo las legendarias prácticas del hombre con aquellas propias de la actualidad, poniendo de manifiesto una crítica a la paradójica situación del hombre contemporáneo y su acelerada existencia”, describe Ortiz.

Y añade que la pregunta rectora en su muestra es ‘¿Tiene sentido la lenta y meditada pintura en este mundo vertiginoso y fugaz, donde prima lo efímero?’.

De igual manera, entra en juego el cruce de prendas, acciones y costumbres entre siglos, “que vuelve inciertas las certezas y apela a una profunda reflexión respecto de las estrictas leyes de lo terrenal”.

‘Fábula del pintor ciego’ habla también del bombardeo permanente de millones de imágenes que inundan la internet, la televisión y el cine, que “han causado que el espectador se detenga menos tiempo ante aquello que ve, impidiendo que lo aprecie, lo piense, lo entienda, como una nueva forma de ceguera”.

Dato

El Museo de Arte Moderno del Estado de México, que abarca gran colección de pintura mexicana, principalmente del siglo XX y algunas piezas de finales del siglo XIX, cumplirá 30 años en abril.