“El Papa viene a enseñarnos a vivir en paz”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con Néstor Pongutá, periodista colombiano que lleva casi dos décadas cubriendo el Vaticano y quien publicó su libro ‘Un tinto con el Papa Francisco’.

Casi dos décadas siguiendo la información en El Vaticano permitieron al periodista colombiano Néstor Pongutá recopilar detalles únicos de la Santa Sede, que presenta en el libro ‘Un tinto con el Papa Francisco’.

Durante el tiempo que ha trabajado como corresponsal en El Vaticano, ha conocido a los tres recientes papas de la Iglesia católica y ha sido testigo de cambios radicales dentro de la Santa Sede, entre ellos la renuncia de Benedicto XVI y la elección del primer pontífice latinoamericano.

El comunicador acaba de publicar su libro, en el que entrega detalles acerca de cómo el Papa y la Iglesia colombiana cumplieron un papel fundamental en el proceso de paz con la Farc.

También hace un repaso por lo que fueron las visitas de Pablo VI y Juan Pablo II a Colombia, analizando la Comunidad de San Egidio y cómo ha abierto puertas para ayudar a Colombia a buscar el camino de la reconciliación.

Néstor brinda en su trabajo editorial un recorrido por detalles fascinantes de la vida del padre Jorge Mario Bergoglio, con quien habla por teléfono, a quien visita, quien le contó cuál fue su relación con Jorge Luis Borges, qué lo acerca a José ‘Pepe’ Mujica, cómo fue elegido Pontífice y cómo, desde su papado, los más pobres y necesitados se han convertido en su prioridad.

 

El otro lado de Jorge Mario

- ¿Cómo surgió la idea de publicar este libro?

 En junio de 2015, cuando el presidente Juan Manuel Santos estuvo con el papa Francisco y me di cuenta de que el Papa tendría un papel protagónico en el proceso de paz, por lo que desarrollé esta inquietud para escribir el libro.

- ¿Qué le ha dicho el Papa sobre esta visita?

Está muy emocionado con Colombia, porque él entiende que la paz de Colombia es la paz y la armonía para el continente.

- Existe un programa estructurado. ¿Habrá sorpresas?

Siempre hay sorpresas con él, saliendo de protocolo. Ya es algo en lo que estamos acostumbrados los periodistas y su logística. Rompe protocolos y es lo más interesante, como visitar cárceles y entrar a una casa para almorzar con la gente.

- ¿Por qué es importante la visita del papa Francisco a Colombia?

Somos un país en el que los días más violentos son el Día de la Madre y el Día del Amor y Amistad, cuando los hospitales entran en alerta roja. Son una serie de situaciones que nos invita a entender que esta visita es ideal para que él venga a tender un puente, porque no viene a traernos soluciones, sino que viene a guiarnos para dar ese primer paso a la reconciliación y la buena onda que debemos seguir.

- ¿Qué la hace especial?

Aquí ya estuvo Pablo VI en agosto de 1968 y luego vino Juan Pablo II en julio de 1986, pero esta tercera visita es la más especial por el momento histórico que está viviendo Colombia. Creo que con el papa Francisco en nuestro país podremos entender más lo que nos sucede. Ya ha ocurrido en África, en países donde el conflicto era muy duro y luego de su visita hubo elecciones y un acuerdo de tregua. Adónde él va suceden cosas positivas y eso va a ocurrir en Colombia.

- ¿Cuál cree que será el mensaje del Papa en un país polarizado y a menos de un año de las elecciones?

Él siempre habla de la cultura del encuentro, trabajando siempre en lo que une y evitar lo que divide, para enseñarnos a estar juntos en medio de las diferencias, porque no se trata de que pensemos todos igual, porque a él le gusta la discusión de altura y la democracia, una cosa que debemos aprender en Colombia. El Papa viene a enseñarnos a vivir en paz.

- Es la persona más allá del título de Papa...

Es coherente y siempre ha demostrado que para él el poder es para servir, y dentro de El Vaticano volvió la cotidianidad de la noticia, porque cuando se le venció el pasaporte él mismo llamó, pidió la cita y fue haciendo la fila y demás.

A quienes conocen a Jorge Bergoglio antes de ser Papa no les sorprende sus actitudes, porque él siempre ha sido así, viviendo en un pequeño apartamento de 50 metros cuadrados y siempre vestido de manera muy sencilla.

- ¿Muchas anécdotas?

Una de las más encantadoras anécdotas es que al ser nombrado Papa pidió un teléfono, no sin antes advertir que no se demoraría mucho. Llamó a Buenos Aires a su hermana y, sin dejarla hablar, le dio una serie de indicaciones para que llamara a su odontólogo y le dijera que no podía ir a su cita de la siguiente semana porque lo nombraron Papa.

- ¿Cómo fueron esos primeros días como Papa?

La habitación 201 de la residencia de Santa Marta fue el primer lugar donde Bergoglio se hospedó al ser Papa. Al día siguiente se encontró con un miembro de la Guardia Suiza al frente de su habitación, que había pasado toda la noche allí, por lo que entró a su habitación y le sacó una silla, pero el guardia se negó porque las reglas dictan que debe estar de pie, hasta que Jorge le dijo: “Di a tu capitán que el Papa te ordenó hacer guardia sentado”.

Eso demuestra su humanidad y que siempre es así con todos, siempre buscando que los últimos sean los primeros.

Entre críticas

- ¿Como encaja el Papa con este estilo con la tradición de la cura Vaticana?

Pese a ser Cardenal no solía viajar mucho a Roma y siempre iba cuando le tocaba, siempre se quedaba lejos del Vaticano, caminando por las calles de la ciudad. Un amigo de él le pregunto, tiempo después de ser elegido, sobre cómo le había cambiado la vida el nombramiento, a lo cual él le contestó: “Cambiar mis hábitos de vida a estas alturas sería ridículo, aunque no puedo callejear como antes”.

- ¿Cómo es su rutina?

De 2 a 5 de la tarde se concentra en atender su correspondencia, pues recibe un total de 50 mil cartas a la semana e intenta responder 50 diarias, y si ve que lo amerita, toma el teléfono y llama a la persona, lo que no tiene antecedentes en la historia de los papas.

Una mujer le escribió que estaba embarazada de un hombre casado y que la obligaba a abortar. De inmediato la llamó por teléfono para que siguiera adelante. Cuando nació el niño, los invitó al Vaticano, él se llama Francisco y el Papa lo bautizó.

- ¿Cómo será el vuelo Roma - Bogotá?

Lo usual es que aumenta el número de periodistas del país que viajan en el avión con el Papa, pero usualmente soy el único colombiano que viaja con él.

Es una experiencia maravillosa. Cada vez que el avión entra a un país, sale un telegrama saludando a dicho país.

- ¿Cómo es la relación que existe entre los periodistas?

Nos ubicamos por idiomas, pero en el avión no se descansa, es una sala de redacción en el aire y una torre de babel, donde el Papa sale a dar un mensaje antes de llegar al lugar de visita.

- ¿Dentro del avión cómo es la relación con el Papa?

Con el papa Francisco no hay algún tipo de censura o filtro, mientras que con Benedicto uno escribía la pregunta, la enviaba y ellos escogían sólo tres o cuatro para responder. Ahora selecciona dos por idioma y prioriza a los periodistas del país por visitar. Siempre sus intervenciones finaliza diciendo: “¿No hay más preguntas? Estos no parecen periodistas”.

- ¿Y el viaje más difícil?

Cuando fuimos a República Centroafricana en un momento de caos y difícil en ese país. Francia era el encargado de la seguridad allí y no la garantizaba, pero el Papa insistió en ir. En el avión un periodista le hizo la pregunta de si tenía miedo de ir a ese país. El Santo Padre bajó la mirada, luego hizo cara de angustia, cerró los ojos y apretó las manos como si fuera a orar y nos dijo: “Tengo mucho miedo, los mosquitos africanos son tremendos. Les recomiendo que usen repelente”, entre sonrisas.

- ¿El Papa es muy admirado, pero también criticado?

Él las reconoce, sabe bien de qué sectores las críticas vienen, pero él sigue para adelante y sabe bien manejar cada una de ellas, porque siempre existen conspiradores, los ultraconservadores.

Credito
COLPRENSA

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